Opinión

Largo me lo fiais

¡Qué suerte poder echar mano de El Quijote y encontrar siempre una frase que nos viene como anillo al dedo! ¡Qué suerte contar con semejante obra en lengua española, tan agredida, vilipendiada y hasta vejada por el mamarrachismo gobernante en los días que vivimos! ¡Qué suerte contar con una interminable nómina de escritores, desde que el mundo es mundo, que nos inoculan la cultura y el arte de hablar correctamente, algo que hoy parece estar demodé para algunos! También parecería pasada de moda la higiene personal, dadas las pintas de muchos en el Congreso de los Diputados.

Pues, sí, cuando en nuestro país se están afrontando de modo individualista problemas como la pandemia, el paro, lo de Ceuta y Melilla y un sinfín de cuestiones que tendrían que llevarse al minuto por parte del Gobierno, el presidente plagiario va y sale con planes para 2050. ¡Largo me lo fiáis, Sánchez! ¿Qué más le va a dar a usted lo que ocurre dentro de treinta años, si de su persona no quedará más que el desprecio con que todos le recordaremos? Pero, claro, es una buena salida hablar de planes triunfalistas a tan largo plazo para tapar la inoperancia y el fracaso de un equipo del que nada podemos esperar, puesto que cada uno en sí es un fracaso. Ni uno solo de los ministros actuales tiene un histórico exitoso. Miento. Pedro Duque puede presumir de un viaje al espacio, pero los demás poco tienen que aportar a sus hojas de vida ya que están en la política para poder comer caliente a diario y llenar las arcas para cuando el chollo se les termine.

Vamos a dejarnos de acritudes y hablemos de cosas que nos han complacido a lo largo de la semana. Por ejemplo de la exitosa Fitur que se ha celebrado en estos días: la feria de turismo más importante del mundo, este año con dimensiones reducidas por el Covid, ha provocado un maravilloso seísmo de gente con la consecuente reapertura de establecimientos hosteleros y gastronómicos que han dejado gozosos beneficios para el sector. Madrid una vez más no ha defraudado convirtiéndose en epicentro de países que promocionan sus virtudes para atraer a quienes desean buenos planes para vacacionar y hasta para invertir.

Otra cuestión digna de ser celebrada, como hacía tiempo no se había visto, ha sido la presentación en sociedad del libro “La estilista” de mi amiga Fiona Ferrer Leoni, una obra donde se entremezclan la realidad y a ficción con todos los elementos para hacerlo atractivo, empezando por las cábalas para descifrar si lo que esconden esas 250 páginas ha ocurrido en la vida de esta valiosísima mujer, siempre con proyectos, siempre con realidades. Hace unos veinte años que nos conocemos y nunca he dejado de admirarla, y, desde aquí, no quiero dejar de recomendar su novela, que nos permitirá reconocer que en el mundo de la moda no todo es frivolidad sino que también hay humanidad y mucho trabajo escondido detrás de tantas cosas que nos parecen inanes y sin importancia.

CODA. La parte triste de la semana, además de todo ese chiquillerío procedente de Marruecos en busca de El Dorado, es el fallecimiento de Paco Brines pocos días después de haber recibido uno de los galardones más preciados por un escritor en lengua española, como es el Premio Cervantes. Ha dejado unos poemas sueltos sin publicar. Parecen como presagio de lo que tristemente ha ocurrido. “Donde muere la muerte, /porque en la vida tiene tan sólo su existencia. /En ese punto oscuro de la nada /que nace en el cerebro, /cuando se acaba el aire que acariciaba el labio, /ahora que la ceniza, como un cielo llagado, /penetra en las costillas con silencio y dolor…”