Opinión

El regreso de Anson

A partir de este martes recuperamos a uno de los grandes periodistas de nuestra historia.

En 1998 nacía La Razón. Luis María Anson y Mauricio Casals encabezaron un equipo que fue capaz de poner en marcha la idea de crear un gran diario de información general que fuera referencia en nuestro país. No ha sido un trayecto fácil y algunos dijeron que no lo conseguirían. Se equivocaron. El diario que tengo la suerte de dirigir es una cabecera, con ediciones en papel y digital, que está plenamente consolidada. Esto ha sido posible gracias a la gran familia que formamos La Razón desde los equipos de gestión hasta la redacción pasando por las delegaciones. Todos los que trabajamos con la ilusión diaria de sacar un periódico a los puntos de venta y publicar durante veinticuatro horas centenares de noticias en nuestra edición digital estamos felices con el regreso de Anson al diario que inspiró, ayudó a nacer y consolidar. Durante unos años no ha estado en su casa, pero este domingo dijo, en la entrevista que hemos publicado, que «siempre pensé que regresaría. En casa, uno se siente mucho más a gusto». Desde luego en estas páginas lo estará.

A partir de este martes recuperamos a uno de los grandes periodistas de nuestra historia. Es algo en lo que todo el mundo coincide. Un intelectual comprometido desde su juventud en el servicio a España y la convivencia de los españoles expresado en la Monarquía de todos. Fue miembro del consejo privado y del secretariado de Don Juan, el mejor presidente de la agencia EFE y sobre todo el director que convirtió ABC, cuando todavía era de los Luca de Tena, en el gran diario del centro derecha. Su calidad y prestigio como periodista e intelectual hicieron que ingresara en la Academia Española. Las columnas «canela fina» han sido y seguirán siendo una referencia de la vida política, social, cultural y económica. Sus artículos estarán en la contra de nuestro diario. Su sabio magisterio lo leeremos tanto en la edición papel como digital e intentaré, siguiendo lo que aprendí cuando entré en ABC como corresponsal en Cataluña a principios de los ochenta, que sean muchos días para deleite de nuestros lectores. Anson es, también, una referencia de ética, coherencia y rigor profesional. Una vida dedicada al periodismo, que es una de las profesiones más maravillosas del mundo, y a la infatigable búsqueda de la verdad. Un compromiso que ejercerá otra vez desde su casa.