Periodismo
Canela Fina | Jorge Bustos y el linchamiento
«Si te esfuerzas por acercarte a la ecuanimidad, te linchará la izquierda unas veces y la derecha otras»
Jorge Bustos figura en la élite de los más destacados columnistas españoles. A su sentido de la actualidad, a su capacidad profesional, a su sagacidad en el análisis, suma una ávida calidad literaria. En la metáfora, en la adjetivación, en la construcción sintáctica, Jorge Bustos es un maestro. Recuerda al felino agazapado para saltar sobre la palabra precisa. En pleno agosto, cuando casi todos sestean, ha publicado un artículo caviable: «Consejos para tu linchamiento».
En España se está haciendo en líneas generales un periodismo excelente en los diarios impresos, hablados, audiovisuales y digitales, fragilizado en ocasiones por esos espacios de la insidia en los que florecen las cotorras periodísticas, fuera por el calor, para que los Rinconetes de turno vociferen su decadencia en los patios de monipodio, allí donde se traban los nervios menores de la política. «Si te esfuerzas por acercarte a la ecuanimidad -escribe Jorge Bustos a una víctima virtual de la insidia- te habrá de linchar la izquierda unas veces y la derecha otras. Comprobarás que el odio de la izquierda es glacial y administrativo, te niega el alma. Y que el de la derecha es primario y corporal, te clava lo que tenga a mano». Menos mal que el odio se concreta hoy en la muerte civil y no en la física. «Algo hemos progresado», ironiza el periodista.
El bisturí certero de Jorge Bustos saja la piel fresca de Twitter que «solo alinea las taras morales de individuos heridos por su propia irrelevancia. Los funde en una masa anónima, cegada por el placer ancestral de sacrificar a un chivo expiatorio que les recuerda el pecado de su fracaso».
Para Jorge Bustos, un éxito profesional en la empresa, en la creación literaria, en la canción, en el periodismo, en el deporte, sitúa al triunfador de forma inevitable sobre los bordes hirientes del linchamiento. La aldea global de McLuhan es ya prehistoria del periodismo. Las redes sociales han encerrado a la sociedad en un patio de vecindad. Vivimos en el laberinto de la ceguera. La vulgaridad y la agresividad lo impregnan todo.
Pero no te lamentes, concluye Jorge Bustos: «Recuerda que nadie ataca lo irrelevante».
Luis María Anson, de la Real Academia Española
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