Energía eléctrica

Melones abiertos

Pretenden ignorar que la izquierda ha gobernado más años que la derecha desde que a los españoles se les devolvió la prerrogativa de elegir libremente a sus gestores en lo público

La facilidad para escurrir el bulto por parte de un gobierno como el actual empeñado en aplicar la política cuántica que le permite ser a la vez Ejecutivo y oposición comienza a rayar en el esperpento. Ahora resulta que uno de los «temazos» del verano que diría Carmen Calvo como es el desbocado aumento en el precio de la energía eléctrica se debe a la incapacidad de los que ya no gobiernan –entiéndase el PP– por no haber sentado en su momento las bases para afrontar el problema o sencillamente que a Aznar y Rajoy –con penitencia heredada claro está en Pablo Casado– no se les hubiera ocurrido alicatar todo el territorio nacional con placas solares. Curioso argumentario en quienes pretenden ignorar que la izquierda ha gobernado más años que la derecha desde que a los españoles se les devolvió la prerrogativa de elegir libremente a sus gestores en lo público. Transcurridas más de cuatro décadas de democracia todavía andamos en este país a vueltas con lo que queremos «ser de mayores» en lo relativo a las grandes cuestiones de Estado que vertebran una nación. España camina bajo el síndrome de Peter Pan de la mano de una clase política que, salvadas honrosas excepciones enmarcadas en la etapa de la Transición ha optado casi permanentemente por la confrontación partidista y el tacticismo del corto plazo a la hora de afrontar el diseño de grandes claves de bóveda en un estado.

El desorbitado precio en la factura de la luz, susceptible de unas soluciones que ve factibles la propia Unión Europea en contra de lo apuntado por la inacción de ministros como el de Consumo, se muestra como uno de esos grandes melones abiertos y por cerrar, en forma de lo que hubiera debido ser un gran pacto nacional por la energía. La respuesta por contra no pasa de un absurdo señalamiento a la oposición o lo que resulta más estrambótico, por el anuncio de movilizaciones a cargo de Podemos olvidando que forma parte de la mesa del Consejo de Ministros. El melón energético acarrea los problemas actuales con uno de los recibos de luz más caros de Europa pero no es el único y la sensación de inquietud se hace más inevitable al contemplar otros melones como el de la política territorial o el de la educación, por no hablar del de las pensiones abiertos en canal. Demasiadas asignaturas pendientes para un Estado.