Chile

El futuro de Chile

Hace tiempo que en los países de América Latina no reina la calma ni el sosiego políticos. Las crisis de este tipo se suceden rápidamente y no hay manera de acallar los continuos sobresaltos que se vienen produciendo. Prácticamente toda Latinoamérica se encuentra en esta situación y, uno tras otro, todos los países de la región se ven inmersos en procesos electorales que acarrean cada vez mayor inestabilidad y una gran incertidumbre. En estas condiciones, no es fácil asegurar el desarrollo económico y tampoco garantizar el pleno respeto de los presupuestos democráticos. En resumen, América Latina no encuentra la senda que conduce a la estabilidad y al progreso. Esto sucede también en países de la región que tradicionalmente o, al menos que durante largo tiempo, se caracterizaban por su extraordinaria estabilidad como es el caso de Chile. La primera vuelta de las elecciones presidenciales depara un panorama en el que habitan las incógnitas sobre el futuro del país y, sobre todo, se advierte la profunda polarización de la sociedad chilena y de su clase política. El hecho de que Gabriel Boric y José Antonio Kast se disputen la presidencia en la segunda vuelta, que tendrá lugar en diciembre, supone que la sociedad chilena está dispuesta a abandonar posiciones de centro y que se ha empeñado, tras las protestas de 2019, en aceptar posturas y decisiones más radicales. Podría, incluso, darse la paradoja de que el triunfador en la segunda vuelta de las elecciones fuera Kast y que, por tanto, fuera el encargado de gestionar la reforma constitucional que está en marcha y que los chilenos pusieron básicamente en manos de la izquierda. Lo que está claro es que las posiciones moderadas han sido derrotadas en Chile, lo que está aconteciendo en otros países de la región y que, por ende, el futuro que se avecina es bastante incierto.