Deportes

Mi amigo Manolo

«Era un ciclón sobre la pista. Lo ganó todo. Carecía de presunción, siempre sencillo, razonador y alegre»

Lo he contado en alguna ocasión. En los años 50 no pasábamos de 200 los aficionados al tenis en Madrid. Rosina Alarcón y Nori Argüelles destacaban entre las mujeres, aunque las catalanas Solsona y Barril se las comían crudas. Luego aparecieron Carmen Hernández Coronado y Ana María Estalella que fueron campeonas de España.

Entre los hombres destacaban Pucho Gamazo y Titín Fleitchner, hasta que apareció Juan Manuel Couder, que se casó con Charo Sendra. Ganó en Puerta de Hierro a Johanson y a Dorfman. También derrotó a Gimeno en la final del campeonato de España, y en Barcelona. Perdía por dos sets y 4 a 1 y remontó. Asistí a ese partido. En el tenis de club, el mejor se llamaba Maqua, del Apóstol Santiago, y había uno de estilo terrible, Lizarriturri, un caballero, por cierto. Luego llegaron Torriente, Trapiella y Sánchez Prieto. Entre los entrenadores Fali Gallardo de Puerta de Hierro le ganaba a Ayuso del Apóstol Santiago. El nivel de nuestro tenis se pudo comprobar en el encuentro de Copa Davis contra Italia, en Puerta de Hierro. Sólo nos ganaron por 5 a 0 dos gorditos, Cuccelli y Del Bello, y un larguirucho de nombre Sirola, creo. Los nuestros eran Ferrer, Martínez, Olózaga y Bartrolí. Asistí a aquellos partidos sentado en la propia pista.

Y apareció Santana. En un partido que jugué en el Club Velázquez contra Jaime Bermúdez de Castro fue el encargado de recoger las bolas. Después íbamos a ver aquel chaval al frontón. Jugaba solo de drive con una raqueta que le regaló Romero Girón. Algunos nos dimos cuenta de que era un genio. Desde el principio fuimos amigos. Los domingos íbamos juntos a misa a la iglesia de la Concepción. Hablábamos de todo. Era un ciclón. Ganó Wimbledon, Roland Garros. Forest Hill, oro en los Juegos Olímpicos… Le faltó Australia porque el tenis entonces era amateur y carecía de dinero para desplazarse. Allí jugó la copa Davis y venció al número 1 del mundo Emerson. Adrio, el periodista que más ha sabido de este deporte, le consideró como el nombre de oro del tenis europeo.

En la encuesta de Iberonews sobre los 150 españoles más destacados del siglo XX figura Santana tras Induráin. Cuando gané el Premio Príncipe de Asturias me puso un telegrama que conservo: «Mil enhorabuenas con el recuerdo de los partidos que me arbitraste como juez de silla cuando yo empezaba». Que la tierra te sea leve Manolo, amigo.