Coronavirus

A la guerra contra la epidemia con los niños y mayores en sus casas

España tiene 17 ejércitos sanitarios y 17 mandos, y los frentes han sido los hospitales

Corto espacio para hablar del coronavirus, aunque me sobrará, dados mis limitados conocimientos y lo misterioso que sigue pareciendo a los expertos. ¿Su origen, quién lo sabe? O, mejor, quienes pueden saberlo no lo dicen. ¿Es posible que eso ocurra en la medicina? No, si fueran médicos, pero si han pasado al servicio de bastardos intereses políticos, o financieros, o ambos va a requerir más espacio y más cautela. Y es que, este virus es tan perfecto..., se parece tanto al virus del sida... aunque ha elegido ser un virus de transmisión aérea, explosivo.

Perdón, Dr. Simón, ni uno, ni unos cuantos. Todos, en este mundo de palabras, de voces, de besos o de apretones de manos. ¿Manos?, Claro, porqué paramos la tos y el estornudo. Ah, claro, y me agarro a la barra del autobús. ¿Mascaras para los sanos? ¿Guantes para los enfermos?, ¡qué dislates! Tan contagioso, que los italianos están cerrando pueblos. ¿Quién lo dice? ¡Todas a Madrid! Que es tan contagioso que los chinos llevan tres meses comprando batas y mascarillas, por todos los medios de distribución por los que ellos venden al mundo, ahora empeñados en comprar. Y además, el virus tiene llaves para entrar en las células y si quiere desde la nariz o desde la garganta, se pasa a las células gustativas u olfatorias, pierdes el gusto o el olfato. Y es que inunda a gran velocidad los alveolos y se mete en las células de los vasos y … mata. Y lo hace muy deprisa por lo que hay que ventilar y ayudar circulatoriamente, que muchos entran en Intensivos.

Tanto, que se ha diagnosticado ya en una rara neumonía invasivas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Torrejón. Mis maestros de mi pueblo: «Burgueñooo», te has pasado de la mitad y no has empezado el articulo. Pues hala, termino ya, y tan sólo lo épico se puede hacer en poco tiempo y poco espacio. ¿No lo vio en el Bernabéu? No, si todavía te vas enrollar más. Es que, sabe usted, es Madrid. Le digo a usted que hace dos años me preguntó la presidenta y, ¿cerraríamos Madrid?, ¿Cómo? Madrid es una ciudad abierta. Madrid, no lo pudo cerrar Franco. Madrid es toda España. Por lo pronto es mi pueblo, Mora que es de Toledo, pero todos venimos a Madrid a ganarnos la vida, porque esta ciudad nos la dio desde que se inventó. ¿Entonces? Pues a la guerra contra la epidemia, porqué esto es como una guerra, como la que viene a Kiev, tan parecido… tan igualito.

Los mayores, los niños, que se refugien en sus casas y los demás, a trabajar. Un mando único, y medidas, y un plan. ¿Un mando único? Un diario francotirador me lanza una certera bala. ¡Fantástico error! Creyeron que yo que no pasé de comandante médico en el Aire, era el General. Y el mando, se fue a su refugio a coger los anticuerpos del virus y dar la batalla. Los «frentes», hospitales de Torrejón, de Vallecas, de Leganés…España y Madrid que tienen buenas UCIS, sí, pero es un bien escaso, se tuvieron que inventar. Y la epidemia no nos ha enseñado, terco pueblo, para lo uno y para lo otro. Y, entonces, el Gobierno, desde un Ministerio aislado, se pone a mandar.

Pero, si no hay conocimiento. Si desde hace treinta años, España tiene diecisiete ejércitos sanitarios y diecisiete mandos. Ah, pues que la compra la lleve el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), los de Ceuta y Melilla. «Burgueñooo», la hoja. Déjeme que escriba sobre el invento de la Atención Primaria, que tiene a los médicos secuestrados y son los que más saben de los enfermos. Pide un libro o una tesis, a ver si lo escribes mejor. Gracias, don Julián, si sólo quiero ser médico de pueblo y al enfermo hay que hablarle y oírle y ponerle las «gomas»…