Fiscalía General del Estado

La izquierda contra Ayuso

«Las fiscales europeas deberían entender que España no es un protectorado de Bruselas»

Es evidente que la izquierda no aprende. La fijación contra Ayuso ha alcanzado ribetes esperpénticos con la incorporación de la Fiscalía Europea, que muestra un interés tan desmedido como sospechoso. Por supuesto, Mónica 3M, la única política mujer, madre y médico, se ha apuntado con gran fervor al esperpéntico espectáculo asegurando que «hay tanta sospecha de irregularidades que da para que varias fiscalías investiguen». Una de las ventajas de la inmunidad parlamentaria es que se pueden perpetrar todo tipo de tropelías dialécticas y sacar a pasear la ignorancia con un enorme desparpajo. La wikijurista Mónica 3M lo tiene muy claro, porque «no es una cuestión de competencias, sino de delincuencia». Esta falta de rigor es la expresión de un comportamiento reprobable. He de reconocer que inicialmente tuve una buena impresión de Mónica García, pero el tiempo me ha hecho ver con claridad que no le importa la verdad sino la propaganda y las fake news. En general no espero mucho de la Fiscalía, aunque la gran mayoría son personas excepcionales y bien preparadas, pero sufren el partidismo de una izquierda judicial al servicio del Gobierno socialista comunista.

El caso de las mascarillas muestra la indefensión que puede provocar un órgano que forma parte del Poder Judicial, aunque tiene esa inquietante dependencia jerárquica. Es un tema mal resuelto y este Gobierno lo ha agravado con las medidas y nombramientos que ha realizado. Ahora tenemos un choque entre la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía Europea, que considera que la decisión de Delgado «constituye un desafío a la supremacía del derecho de la UE». La arrogancia de Laura Codruta Kövesi y Concepción Sabadell es inadmisible, así como un fiel reflejo de las oscuras intenciones que motivan sus actos. En esta ocasión, Delgado ha estado impecable y las fiscales europeas deberían entender que España no es un protectorado de Bruselas donde pueden mangonear una investigación. No me extraña que Ayuso se sienta indefensa, porque la Fiscalía Europea quiere emprender una investigación prospectiva con el fin de destruirla políticamente. El objetivo es que la izquierda política y mediática tenga argumentos para atacarla. No hay mejor hilo conductor que aducir que el contrato está siendo investigado por la UE, aunque no exista ninguna irregularidad. Es todo tan absurdo como pernicioso.