Tomás Gómez

¡Que se acabe el entremés!

Vivimos un momento en el que todo parece provisional. Se siguen viendo muchas mascarillas esperando a que la Covid 19 deje de infectar. Se desea, con cierta resignación sobre el resultado final, que la guerra de Ucrania termine y se mira con preocupación la subida de precios, con la esperanza de que pase pronto. En cuanto al panorama político, la legislatura avanza con la seguridad de que le queda poco. Podemos está en fase de autodestrucción, Cs agoniza, los independentistas predefinen a marchas forzadas su estrategia teniendo claro que lo importante es seguir tirando del ronzal al Gobierno y Vox practica surf en lo alto de la ola.

En cuanto a los actores principales, siguen desorientados. El PP no termina de consolidar su proyecto, encallado en sus contradicciones internas sobre el nacionalismo centralista de Aznar y la necesidad de dejar de ser marginal en Cataluña. En Andalucía libran su otra batalla: la de no dejarse arrebatar por Vox la posibilidad de ganar al PSOE en España. Por su parte, los socialistas siguen confiando en que no se consolide una alternativa. Sánchez necesita más a Vox que a Podemos y en los próximos días confrontará casi en exclusiva con la extrema derecha para noquear a Feijóo.

Entre tanto, las noticias caducan tan rápido que es difícil recordarlas. Atrás quedaron los problemas con la pandemia, el confinamiento o las controversias con la vacunación. La caída de Casado parece que sucedió hace 20 años y Pegasus ha pasado de moda. Los separatistas sacan tajada y Sánchez parece estar muy contento de haber sido espiado. Las previsiones económicas son preocupantes, si no hay crecimiento suficiente, el paro y la carestía de la vida nos tirarán a una nueva crisis, pero con la promesa de abaratar el precio de la luz, todo resuelto. La legislatura llegará al final con el gobierno de coalición roto y la sensación de que salimos de una transición aunque nadie tiene claro que nos espera después. Es como un entremés con pésimo guion, pero no importa, porque todo el mundo espera el comienzo del primer acto de la obra de verdad, que la representarán actores de mejor nivel.