Política

El gratis total de la izquierda

«Ayuso es una mujer a la que nadie le ha regalado nada. Ha tenido que esforzarse para llegar»

Es lógico que Ayuso irrite profundamente a la izquierda política y mediática. Estos días les está ofreciendo un baño de realidad que les pone ante el espejo de sus contradicciones. La tropa de Más Madrid y Unidas Podemos es una colección de pijo progres que está disociada de las necesidades y la vida cotidiana de los madrileños que dicen representar. Es una consecuencia de haber nacido en las clases privilegiadas. Han vivido en un entorno muy acomodado y solo algunos, no demasiados, se han esforzado en superar una oposición. Es cierto que son una pequeña minoría, porque acceder al cuerpo de profesores universitarios, no me refiero a que los amigos te consigan un chollo, no resulta fácil. Hay que superar el escollo de la acreditación nacional y luego comparecer ante un tribunal. Por eso se quieren cargar esa incomodidad del mérito y la capacidad en todas las oposiciones. La vida diletante de los revolucionarios de las cafeterías de las facultades es muy agotadora. Es una diferencia abismal con respecto al centro derecha, como se comprueba con el gobierno de la comunidad de Madrid o el equipo que rodea a Feijóo. Ayuso es una mujer a la que nadie le ha regalado nada. Ha tenido que esforzarse para llegar e hizo muy bien en recordar a la oposición que «el todo gratis no funciona».

La izquierda madrileña se ha instalado en el populismo y ha arrastrado al PSOE, que tiene el problema del estruendoso fracaso de las pasadas elecciones donde se convirtió en la tercera fuerza. Las excentricidades monclovitas hicieron que Gabilondo fuera recompensado con el cargo de Defensor del Pueblo. Era un merecido premio por haber asumido el ingrato papel de caminar con paso firme a la derrota. Por su parte, Pablo Iglesias encontró refugio entre sus amigos independentistas de la izquierda caviar y se ha convertido en un personaje excéntrico y amargado que no asume la responsabilidad de su fracaso. Ayuso les derrotó a todos ellos y sigue imparable en las encuestas. Por más que insistan en un relato alternativo sobre la realidad madrileña, los votantes tienen una idea muy diferente como demostraron en las urnas y expresan en las encuestas. Este martes les volvió a dar otro revolcón, pero supongo que se han acostumbrado a asumir la humillación de la derrota.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).