Ahora NO es ciencia ficción

Días atrás comentamos la Misión DART de la NASA, cuyo objetivo forma parte del trabajo de la sección de defensa planetaria de la Agencia espacial norteamericana. DART trata de ensayar maneras de desviar un eventual objeto astral –asteroide, meteorito, etc.– que se encuentre en ruta de colisión con nuestro Planeta y que dadas sus dimensiones pudiera ocasionar graves consecuencias para la Tierra. En concreto, esa Misión lanzó una sonda a gran velocidad para impactar sobre el satélite Dimorfos que orbita en torno a Didimo, y experimentar mediante la colisión provocada, el desvío conseguido en su órbita. A dichos efectos conviene tener presente el nivel y grado del eventual peligro, que siempre estará en función de las dimensiones, distancia y velocidad del objeto detectado como de riesgo, y de las posibilidades de actuación sobre él. Es sabido que la utilización de misiles nucleares para su destrucción o desvío de ruta no siempre es aconsejable por cuanto el bombardeo puede significar la generación de una lluvia incontrolable de meteoritos o cometas, «siendo peor el remedio que la enfermedad». Sentado lo anterior, la NASA vuelve a informar esta semana de una noticia muy vinculada a Dart al anunciar que de Io, ( yo) una de las cuatro lunas galilaicas del planeta Júpiter,–siendo las otras lunas, Ganimedes, Europa y Calixto–, así denominadas por haber sido descubiertas en el siglo XVII por el astrónomo italiano Galileo Galileo se están recibiendo mensajes que recibe la sonda Juno. En octubre del pasado año la NASA también informó de la Misión Lucy conexa con DART para estudiar siete asteroides de Júpiter, que es el mayor Planeta del sistema solar, dotado de un tamaño aproximado 11 veces superior a la Tierra. Uno de esos asteroides situado en el gran anillo que orbita entre Marte y Júpiter es precisamente el denominado N- 433, Eros, muy vinculado a la luna galilaica Io como comentamos el 17 de octubre de 2021. Es obligado señalar la llamativa insistencia de la NASA en dar últimamente información de misiones que tienen como objetivo la denominada «Misión Io- Eros» que significa el impacto de un fragmento de la primera con el asteroide Eros desviando su órbita en el anillo jupiteriano y colocándolo en ruta de colisión terrestre. Esta «Misión» como es sabido no tendría origen meramente científico sino que supera la ciencia humana y aludiría a la trilogía «Aviso- Milagro- Castigo» a caballo de la astronomía natural con otra superior. Revelaciones privadas desde hace años han dado noticia de ella, y curiosamente muchos años antes de que la comunidad científica internacional se ocupe ahora de ella con insistencia.