Rey Felipe VI

Las reacciones a un gran discurso

«Felipe VI es un impedimento para Podemos, ERC, JxCat, los filoetarras y los antisistema que quieren un proceso que imponga una república confederal»

Las críticas de los socios y aliados de Sánchez al Mensaje de Navidad del Rey son la confirmación de que fue un gran discurso. Hubiera sido inquietante que, los que quieren destruir España y acabar con la Constitución, estuvieran de acuerdo con el jefe del Estado. La izquierda radical quiere asaltar las instituciones democráticas para avanzar en el proceso de mutación constitucional. La Corona es una pieza clave en su estrategia. Es un lugar común referirse a la aceptación por Alfonso XIII del golpe de Estado incruento, aplaudido incluso por el PSOE y la UGT, que permitió que el general Primo de Rivera asumiera el poder. A la izquierda no le gusta recordar esa realidad. Es cierto que fue el comienzo del fin de la Monarquía, pero España sufría una crisis institucional muy grave y un descrédito provocado por el desastre de Annual. El dictador estableció un régimen paternalista e intentó imponer un disparatado sistema que seguía los pasos de Portugal o Italia. No pudo, afortunadamente, y perdió el apoyo real, así como el de sus aliados.

Al final, Alfonso XIII también tendría que marchar al exilio. Fue el triunfo de la izquierda y los nacionalistas catalanes y vascos, con la inestimable ayuda de los habituales bobalicones del centro y la derecha que fueron los cómplices imprescindibles para la llegada del fanatismo y el radicalismo de la idealizada Segunda República. Es bueno situar lo que se vivió en el contexto de la crisis económica que provocó el Crac del 29 y las tensiones brutales que se vivieron en la Europa de entreguerras con el ascenso de ideologías totalitarias como el nazismo, el comunismo, el fascismo y las soluciones del autoritarismo militar. Con la caída del Rey se dinamitaba el dique que impedía un proceso constituyente y se abría camino a la legitimidad de una Constitución que era la imposición de una España sobre la otra. Ahora sucede lo mismo. Felipe VI es un jefe de Estado ejemplar, prudente y eficaz. Es un impedimento para Podemos, ERC, JxCat, los filoetarras y los grupos antisistema que quieren un proceso constituyente que imponga una república y un modelo confederal que sería el camino para acabar con la unidad de España. Por eso, no les gusta ni el Rey ni su Mensaje de Navidad.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).