Opinión

Ayer y hoy: dos fechas para la Historia Mundial

Ayer, 6 de junio, y hoy, 7 de junio, son dos fechas que tienen un lugar muy destacado en la Historia de la Humanidad

Ayer, 6 de junio, y hoy, 7 de junio, son dos fechas que tienen un lugar muy destacado en la Historia de la Humanidad. La primera fecha es conocida como el día «D» y evoca el desembarco de Normandía, efectuado por los Aliados en las playas de esa zona de Francia en el año 1944 y que supuso el comienzo del fin de la ocupación nazi del país, comenzada en mayo de 1940, así como de la Segunda Guerra mundial en Europa. Con esa operación tuvo lugar la mayor operación naval de esas características en la Historia, que tuvo al frente al General Eisenhower, comandante de las fuerzas aliadas en Europa, y que, según se dijo, había estudiado en profundidad el desembarco español de la bahía de Alhucemas del 8 de septiembre de 1925, en la guerra del Protectorado español de Marruecos. El 6 de junio de 1944 marcó el comienzo de la ofensiva que menos de un año después, el 8 de mayo de 1945, acabó con la rendición incondicional del Tercer Reich.

Por su parte, la fecha de hoy, 7 de junio, también tiene un significado militar pero en esta ocasión, además, con unas consecuencias que enlazan con la Sagrada Escritura. Nos referimos a la «Guerra de los Seis días», sucedida del 5 al 11 de junio de 1967 entre Israel y una coalición de Egipto, Siria y Jordania, que acabó con una rotunda victoria de Israel. Los territorios ocupados fueron la península del Sinaí y la Franja de Gaza a Egipto, los altos del Golán a Siria, y Cisjordania y lo más importante Jerusalén, a Jordania. Los acuerdos de Camp David y Oslo tras la guerra del Yom Kippur de 1973 desatada por Egipto para recuperar su territorio, fueron hitos importantes hasta el momento actual, pero lo significativo e innegociable para Israel es Jerusalén, su capital «eterna» por ley de 1980. Con su destrucción el año 70 por el imperio romano, comenzó una diáspora del pueblo judío por el mundo, que finalizó al fundar el Estado de Israel en 1948, casi 1.900 años después. Pero sería el 7 de junio de 1967 cuando Jerusalén dejó de ser «hollada por los gentiles», es decir de estar bajo poder no judío, como recogen los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas en el discurso apocalíptico de Jesucristo sobre Jerusalén, previo a su Pasión. En esa profecía el Señor dijo que estará bajo dominio no judío «hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles». Ese tiempo se cumplió el 7 de junio de 1967, y ya estamos en tiempos de apostasía. Signo de los últimos tiempos.