Crónica anunciada

Se venía venir. No sé cuánto tiempo hace ya. Las seis veces aplazadas elecciones en Costa de Marfil han arrojado un resultado que no ha satisfecho al presidente Laurent Gbagbo. Llevaba tiempo apuntando maneras de ser de aquellos a los que les "cuesta"dejar el poder. Hoy lo ha confirmado proclamándose nuevo presidente del país ignorando al ganador de los comicios, Alassane Ouattara. Las fronteras de la república están cerradas y la comunidad internacional, en alerta. Gbagbo ha ignorado a Francia, a Estados Unidos, a la ONU y a la Unión Africana. Que los extranjeros no se metan en nuestra política, ése es, en definitiva, su mensaje. El país, en crisis desde hace casi diez años, separado entre el norte y el sur, está a las puertas de una guerra civil. Y cada vez más aislado. En las calles suenan los tambores de guerra...