Del poder a la cárcel

El hijo del ex presidente senegalés Abdoulaye Wade tenía un futuro prometedor. Muchos quisieron ver en él a un futuro dirigente, heredero del poder acumulado durante doce años por su padre. Ascendía, a menudo rodeado de polémicas, acumulaba cargos y se ganó el apodo irónico de «ministro del Cielo y de la Tierra». Pero las elecciones de hace un año dieron la victoria a Macky Sall y rompieron los deseos y sueños de la familia Wade. El nuevo Gobierno no llevó sólo desilusión al clan. También creó una tribunal cuyo nombre no requiere explicaciones: Tribunal de represión del enriquecimiento ilícito. Un tribunal que no ha aceptado documentos ni alegaciones como válidos. Así que ahora Karim está en la cárcel. No es el único. Viejos dinosaurios del anterior régimen también tendrán que rendir cuentas. Parece que no ha podido justificar su patrimonio. Sus partidarios se apresuran en hablar de venganzas políticas. Otros sólo ven justicia democrática.