Alfredo Menéndez
Arena movediza
Una comisión de investigación es como el típico jarrón horroroso que te regalan por la boda. Nadie tiene muy claro para qué sirve y encima estorba. Así que lo mejor que puede pasar es que se rompa cuanto antes. No hay ni un solo caso en España en el que una comisión de investigación organizada por el Congreso, la Asamblea o cualquier ayuntamiento, sea del color que sea, haya servido para sacar algo en claro. Y la reciente historia municipal no consigue demostrar lo contrario, ya que la comisión de investigación del «Caso Guateque» sirvió para lo mismo que suele pasar cuando Cristiano Ronaldo tira una falta: nada.
En Primero de Concejal deben enseñarle a los ediles que en caso de duda hay que pedir una comisión de investigación. Normalmente te dicen que no, así que pedirlo sale gratis, pero de vez en cuanto te dicen que sí y es todavía peor porque hay que montarla, elegir comparecencias, cerrar calendario y decidir documentación.
A los medios nos suele hacer muy felices y nos aprendemos al dedillo el nombre del presidente y las primeras personas que van a comparecer. Luego ya nos vamos aburriendo y al final simplemente se sigue de reojillo hasta que, como un azucarillo, se disuelve con unas conclusiones que podían haberse redactado en el primer día y nos habría ahorrado muchísimo tiempo a todos. Por una vez, podríamos hacer una excepción con la comisión del Madrid Arena cuando llegue el momento. Por la memoria de Cristina, Rocío, Katia y Belén.
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