Ciudadanos

Arrimadas, la salvadora

Por fin podré dormir tranquilo. Llevaba mucho tiempo sin conseguirlo angustiado por la convicción de que nadie podría terminar con el dominio del tándem Pedro Sánchez y Quim Torra. En mis pesadillas imaginaba a mis nietas y nietos, bisnietas y bisnietos, tataranietas y tataranietos (espero haber sido suficientemente correcto con este lenguaje inclusivo) sometidos a esa realidad tan atroz. No veía nadie capaz de resolver ese angustioso dilema hasta que ha aparecido la Juana de Arco catalana dispuesta a derrotarlos a la vez. No a uno solo como hizo San Jorge acabó con el dragón sino a ambos y a la vez. Impresionante. Ahora nos encontramos con el inmenso sacrificio de Arrimadas que abandona el Parlamento de Cataluña para encabezar la lista de Ciudadanos por Barcelona y ayudar a Albert Malu Rivera en su batalla nocturna y diurna para llegar a La Moncloa. La verdad esperaba que fuera la número dos por Madrid, pero no sé si Albert/Alberto preferirá llevar a Malu siguiendo la estela de su irreconciliable enemigo Pablo Iglesias que forma tándem con Irene Montero, aunque en este caso dotada de una merecida trayectoria política en la izquierda y el activismo social. Malu tiene la ventaja de su tirón mediático y ambos pueden empezar un reinado en el mundo del corazón

En los mentideros de la Villa y Corte se adjudicaba a Girauta ir por Toledo, quizá como fue capital de los godos lo pueda interpretar como un premio de consolación. Hace años que le conozco y es un buen jurista y polemista, aunque no nos vemos me honro con su amistad, por lo que merecía encabezar la lista por Barcelona. Como tiene el aire de los caballeros que pintaba el Greco tampoco es una mala salida. Toledo es una gran ciudad y sus habitantes como todos los españoles, con la excepción de los plúmbeos independentistas, son unos grandes patriotas y unas excelentes personas.

Con Arrimadas hay que tener claro que Sánchez y Casado están temblando, porque es el elixir del triunfo que le faltaba a Rivera. Tras su heroico comportamiento tras ganar las elecciones autonómicas catalanas, donde prefirió no presentar su candidatura a la presidencia de la Generalidad, ahora ha decidido abandonar el barco, esperemos que no sea el Titanic, para acudir presta al Congreso de los Diputados y pillar un ministerio o lo que convenga. Un excelente ejemplo de coherencia política. No hay que preocuparse porque tenemos a Manuel Valls, socialista hasta las cachas pero con un corazón tan amplio que también se siente de Ciudadanos, dispuesto a ganar la alcaldía de Barcelona y si se lo propone puede hacer el doblete con la Generalitat. No hay nada que se le resista al hércules franco-catalán-español.

Los salvadores siempre me generan un sentimiento enternecedor. ¿Qué haríamos sin ellos? Los medios de comunicación hemos creado el mito Arrimadas, algo que irrita profundamente a Rivera, aunque espero que sus amigos del Madrid la nuit le convenzan de que los males políticos se curan con el amor, con mucho amor y simpatía. No sé si les funcionará este sistema de utilizar la política catalana como trampolín para triunfar en Madrid. Es verdad que a su líder carismático e invicto, la luz que ilumina Ciudadanos y lo conduce al éxito, no le ha ido nada mal y ahora por lo menos está triunfando en las páginas de vida social de los diarios, en los programas y revistas del corazón.