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Cautela

La Razón
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Mariano Rajoy confiesa que recibe más palos que zanahorias. Le sorprende, pues, que le den un premio, «el primero». Los organizadores del VII Simposio de Prevención en el Fútbol y en el Deporte, el doctor Antonio López Farré y mi colega Roberto Gómez, le entregaron en el COE el Corazón Solidario de Oro 2016. Lo recogió con mucho gusto y en la alocución lo agradeció, cumplimentó a los demás premiados, recalcó su madridismo, felicitó al Atlético por la victoria frente al Bayern y deseó una final española en Milán. Sobre la contenida euforia rojiblanca, flotaba en el ambiente el olor a cloroformo de la enfermería del Madrid. Preocupa la lesión de Cristiano Ronaldo y se agravan los dolores de Benzema, a un esprint de romperse. Quizá jueguen contra el Manchester City, o probablemente no. Las molestias musculares terminan en roturas fibrilares si no se controlan, si la precipitación puede más que la cautela. El Atlético lo corrobora. Hace dos años llegó a Lisboa con Diego Costa agarrado a la camilla, no obstante jugó. ¡Era la final de la Liga de Campeones!, ¡contra el eterno rival! Duró 9 minutos.

Sobre el papel, incluso sin las dos terceras partes de la BBC el Madrid es favorito ante el City. También esta sensación flotaba en el ambiente. El equipo de Zidane es superior, lo demostró en el Etihad y tiene que ratificarlo en el Bernabéu. En cuanto al Atleti, la precaución manda, a pesar de esta sabia definición de Valdano: «Cuando haces un uno contra uno contra un jugador del Atlético empiezas hablando con él y acabas haciéndolo con toda la familia». Es sólo trabajo, y conciencia de grupo.