Cifra récord

Se estima que casi 7.000 personas han terminado ahogadas en su intento frustrado de escapar de la guerra y refugiarse en Europa. En medio de la gran crisis de los refugiados y cuando crece la inseguridad en sus gentes, que se han visto desplazados de sus hogares, arrancados de su cotidianidad y hasta de su destino, en plena desestabilización de los campos de expatriados, tienen que seguir siendo noticia. Para que no nos olvidemos de ellos, pero sobre todo para que se encuentren vías de solución a una guerra que afecta al mundo entero. Y es que el problema de los desplazados es un asunto que lejos de solventarse, se agrava. En Londres, el simbólico cementerio de chalecos salvavidas, junto al Parlamento británico, nos dejó el lunes una imagen que sobrecoge y agita conciencias. Varias organizaciones humanitarias como ACNUR, el Comité Internacional de Rescate, Migrant Voice, World Vision y Médicos Sin Fronteras, quisieron simbolizar la travesía de los refugiados con 2.500 chalecos salvavidas para que la cumbre de Naciones Unidas sobre la crisis migratoria aporte soluciones verdaderamente útiles y sobre todo duraderas como «que los países que tienen capacidad para reunificar más refugiados lo hagan, que los países desarrollados reconozcan su responsabilidad de promocionar financiación humanitaria oportuna y estable, y hagan una fuerte inversión en las comunidades que acogen un gran número de refugiados, que los países de acogida aumenten las oportunidades de empleo a los refugiados adultos y de ir a la escuela para los niños, y que los gobiernos se comprometan a abordar mejor los factores que desencadenan el desplazamiento forzoso del mundo que ha alcanzado niveles récord». Desde luego que la desorbitada cifra de desplazados y refugiados (que por primera vez, después de la II Guerra Mundial, ha superado los cincuenta millones) bien lo merece. En la imagen del cementerio de salvavidas están los sueños de miles de adultos y niños que cruzaron de Turquía a Grecia con el objetivo de entrar en Europa escapando de la guerra y la pobreza y encontraron la muerte.