De broma

El pasado día veintiocho, festividad de los Santos Inocentes, a las diez y cincuenta y un minutos de la mañana, la cuenta de Twitter de la Comunidad de Madrid publicaba lo siguiente: «La Comunidad propondrá que el Atleti juegue en el Bernabéu, tras no poder autorizar el proyecto de La Peineta». De ahí podías enlazar a una noticia, con membrete oficial, que aseguraba que «los errores en el expediente presentado por el Ayuntamiento, que inicialmente parecían subsanados, son sustanciales y no pueden ser corregidos en plazo». Las posibilidades eran dos. Que fuera una inocentada o que fuera una noticia real. Si es una inocentada, que conociendo el humor del PP todo es posible, la broma es de traca porque no tiene ninguna gracia. Lo único que consiguieron fue encabronar a casi la mitad de la población de la Comunidad de Madrid y bajo un membrete oficial, insisto. Que la señora Cifuentes es del Madrid ya lo sabíamos; ahora ya sabemos que su madridismo es militante. Inocentadas desde una cuenta oficial de un organismo que nos gobierna, el palo sobre la cabra, amigas. Pero pongámonos en el caso opuesto, es decir, que fuera una noticia real. Habría que recordarle a la señora Cifuentes y a todo su equipo de gobierno que no fue el Ayuntamiento de Carmena el que inició la chapuza del traslado a La Peineta del Atlético de Madrid, sino un señor llamado Alberto Ruiz-Gallardón, el mismo que estampó su firma en el acuerdo con los propietarios del club y, por cierto, de sobra conocidos en el Tribunal Supremo. El equipo de la actual alcaldesa puede que no sea el ideal, puede que sea hasta un desastre, pero no vale todo para engañar a la gente. Ni siquiera vale todo para reírse a costa de la gente. Y otra cosa: si nos llevan a jugar al Bernabéu habrán vuelto a demostrar que no tienen ni idea de cómo somos los atléticos ni de cómo nos gusta ser.