Julián Cabrera

Demagogia vs Pensiones

Hace poco más de medio año, con la prima de riesgo bailando entre los vertiginosos 300 y 400 puntos y con media Europa pendiente del cómo y de qué manera el Gobierno de Rajoy iba a aplicar los obligados recortes, toda la oposición se lanzaba a la yugular del Ejecutivo por no aplicar el aumento de las pensiones de acuerdo al IPC. Todo un error de estrategia de quienes optaron por sembrar una expectativa de compromiso con un sector especialmente sensible como es el de los pensionistas, cuando hubiera sido más inteligente garantizar que no habría bajada en las pensiones y después subir algo menos del IPC como se acabó haciendo. Ahora, la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, ha puesto sobre la mesa a los agentes sociales su propuesta de reforma de las pensiones. A los sindicatos, especialmente a UGT en horas bajas, les va a suponer toda una inyección de combustible con muchos octanos de demagogia y a parte de la oposición de izquierdas, otro tanto. Y aquí es donde unos, especialmente desde el partido socialista que se supone tiene vocación de gobierno, tendrán que retratar su carga de responsabilidad y otros, en este caso el Gobierno, habrán de no cometer errores como el inicialmente apuntado y saber explicar lo que realmente se pretende: las pensiones no podrán congelarse o por ejemplo, ya no estarían ligadas a los precios sino a factores más acordes como la evolución económica o el número de beneficiarios con garantía de techo y también de suelo. Si esta reforma se sabe explicar, puede que el colectivo más manipulado electoralmente en nuestra historia democrática deje de serlo y pueda correrse a gorrazos a quienes desde una opción política amedrenten a los jubilados con películas de terror sobre su pensión si vence el partido rival.