Libros

Desprecio y ridículo

Aquello que es despreciado se acaba ridiculizando; un hecho tan obvio como demoledor para el objeto de mofa que, desgraciadamente, tiene en la cultura a una de sus principales víctimas. ¿Por qué si no en las series y películas de producción autóctona el intelectual, el culto, es siempre presentado como un personaje esperpéntico, por lo general situado a la misma altura que el representante de la extrema derecha, el drogata o el analfabeto sonrojante? En este país, el hecho de leer, emplear un vocabulario amplio o, sencillamente, preocuparse por la propia formación constituye no sólo una actitud excepcional, sino, además, una elección vital digna de ser desplazada a los márgenes del espectro social, allá donde moran los raros y «desviados». La cultura es una anomalía que necesita ser curada; la mayoría no acepta a los que poseen profundos conocimientos porque son la prueba de que existe vida más allá de la mediocridad.

No hace mucho escuchaba decir a alguien una verdad como un templo: mientras que, de un lado, en la sociedad española comienza a calar cierta mala conciencia de la deficiente alimentación y de los excesos que ello conlleva –de ahí el auge de todo lo concerniente a la cultura gastronómica y de determinados hábitos saludables–, de otro, se agudiza la indiferencia hacia la necesidad de poseer una mejor educación y consumir mejores y excelentes productos culturales. Que la gente puede pasar sin cultura es algo que no requiere de mucho esfuerzo analítico; pero que, a resultas de tal despreocupación, se llegue a generar una situación de linchamiento implícito o explícito hacia quien pretenda elevar el listón de sus conocimientos constituye una posibilidad, por desgracia, cada día más actuada en forma de rabiosa actualidad. La realidad es ésta y no otra: el culto es un friki que desafía la disciplina del aborregamiento y el estándar fascista de lo popular que preponderan en nuestros días como el modo sensato de estar en el mundo. Con esta forma de pensar, ¿a quién le extraña que estemos como estamos y que no nos merezcamos lo que tenemos?