Política

Francisco Marhuenda

Diagnóstico, consecuencias y soluciones

La Razón
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Es fundamental encontrar un diagnóstico acertado para encontrar la solución. Al PP y al PSOE le han ido mal las elecciones municipales y autonómicas, porque el retroceso de ambos y la irrupción de Podemos y Ciudadanos plantea un panorama complicado ante las generales. Un diagnóstico equivocado sería algo tan español como buscar culpables en lugar de asumir los errores que se han cometido y que han eclipsado los aciertos que ha tenido Rajoy. Es verdad que el análisis siempre resulta más fácil con posterioridad y que lo complicado es hacer una previsión, que no tiene que ser adivinación o chamanismo, para determinar cuál tiene que ser la estrategia acertada.

Hay una serie de aspectos que han desgastado al PP y que no le han permitido poner en valor los excelentes resultados de una política económica que todavía no es percibida por la sociedad. Es fundamental hacer un diagnóstico profundo, porque en caso contrario no podrá encontrar una solución que le conduzca a la victoria. No hay una sola causa que explique el retroceso de las europeas y las municipales. Lo cómodo es adjudicarlo a las medidas adoptadas para salir de la crisis. Es cierto que la economía es importante, pero la intensidad de la destrucción de empleo ha sido tan grande que todavía no se ha percibido el cambio de ciclo en su plenitud. Hay una serie de cosas que han molestado al votante y que explican que una parte haya optado por retraerse y no votar y otra haya optado por Ciudadanos porque le genera simpatía.

Las reformas y los recortes, que eran imprescindibles, han sido muy duros y no se explicaron bien. La estrategia de comunicación, si es que ha existido, parece diseñada por un alienígena. Es cierto que desde enero de 2012 sólo había noticias negativas que comunicar, pero no importa, porque la comunicación no es sólo para vender cosas positivas y un mundo feliz. Los recortes, ajustes, subidas de impuestos, etc... se pueden vender, aunque es evidente que siempre es más difícil. En ese escenario hay que estar permanentemente explicando, explicando y explicando hasta la saciedad. Lo cómodo es culpar a otros.

Otro factor de desgaste entre los votantes populares, que también afecta a un PSOE en retroceso, es la gestión del desafío independentista y que el sábado tuvo una nueva expresión con la ofensa al himno y al Rey, que es el jefe del Estado de todos los españoles. Es algo que se ha convertido en habitual, pero no por ello menos censurable. Hay una percepción, no digo que sea justa y motivada pero existe, de una política ausente en esta materia. Es posible, o no, que el tiempo resuelva el problema, pero existe, y los votantes del PP están inquietos. El grave retroceso de populares y socialistas en Cataluña es una consecuencia.

El aborto ha sido desdeñado por el sector «progre» del PP, que estaría mejor en su casa en lugar de enredar, porque un partido necesita ideología y principios. No puede ser una estructura electoral al servicio de un proyecto tecnocrático de gestión de la vida pública como les gustaría a los «progres» del PP. Finalmente, la corrupción ha sido demoledora y la culpa no es de los medios de comunicación, sino de los corruptos. Las consecuencias se han reflejado en las urnas. La solución es cambiar para ganar.