Dura ley, pero es ley

El Conde de Romanones solía pedir que le dejaran el desarrollo de la ley, o sea, los reglamentos. El Gobierno ha aprobado un proyecto que, tras los trámites parlamentarios, instaurará un conjunto de normas más estrictas que las reflejadas en la anterior ley antidopaje, aprobada en el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Fundamentalmente, la Agencia Estatal Antidopaje estará dotada de más contenido y compensará los vacíos de la anterior, que tenía mayores intenciones en la prevención y la educación. Con el eslogan de tolerancia cero, la Agencia estará dotada de más competencias. Sed lex, dura lex. La ley es dura, pero es ley.

Será fundamental seguir los pasos de Romanones o lo que es lo mismo, tener mayor concisión en los reglamentos, gatera de escape para los delincuentes. Y en todo caso será conveniente que los análisis no duerman el sueño de los injustos. La Guardia Civil será de nuevo garantía de la persecución de los delincuentes, aunque también deberá contar con el apoyo judicial para la resolución de los casos. La «operación Puerto» nos ha llenado de vergüenza y la «operación Galgo» permitió a algunos salir corriendo con presunta inocencia.

La nueva ley establece la norma por la que no se podrá someter a análisis a los deportistas en las horas consideradas de descanso. Los vampiros no llegarán en las madrugadas. A la norma legal se le ha adjudicado la virtud de ayudar a la candidatura olímpica madrileña de 2020 y no se penalizará el consumo de drogas, pero sí el tráfico. Atención a los reglamentos.

Posdata. No bastan los análisis de orina. Mejor la sangre.