Perder peso
Llega la versión barata de las inyecciones para adelgazar: cuesta 85% menos que Ozempic o Wegovy
La empresa de telesalud Hims & Hers Health quiere aprovechar la insaciable demanda de medicamentos para adelgazar del mercado estadounidense
El mercado de los fármacos para adelgazar tiene a sus gallinas poniendo huevos de oro. Hablamos de las inyecciones de semaglutida, un compuesto inicialmente pensado para personas con diabetes, cuyas ventas han explotado al comercializarse también como un método para perder peso y luchar contra la obesidad. El mercado lo copan marcas de la talla de Ozempic o Wegovy, y cada caja (una pluma de cuatro dosis) cuesta entre 130 euros y 290 euros en España. En Estados Unidos, tomar esta medicación supone un gasto de más de 1.300 dólares al mes sin seguro, y los precios no paran de subir.
La demanda es mayor que la oferta, dicen algunos. El desabastecimiento se nota incluso en la venta por internet y está dejando a los diabéticos sin su medicamento. Dado el flagrante éxito de las inyecciones para perder peso, no es extraño que a este jardín del Edén le crezcan los enanos. La empresa de telesalud Hims & Hers Health quiere aprovechar la insaciable demanda de medicamentos para adelgazar. Por eso ha anunciado que, en un futuro cercano, ofrecerá un fármaco adelgazante con el mismo principio activo que Wegovy por 199 dólares al mes. El precio es un 85% más barato que el de las grandes farmacéuticas.
«Esto ayudará a los clientes a acceder a estos medicamentos sin navegar por la escasez y los costes que actualmente limitan el acceso a los medicamentos de marca», afirma Hims & Hers en un comunicado de prensa. Como resultado de esta noticia, las acciones de la compañía se dispararon casi un 40% el lunes. No es la primera vez que esta cadena de televenta de fármacos en línea hace algo similar. También comercializa un medicamento parecido a la Viagra y otros populares fármacos para la calvicie.
Cómo sortear la patente de los fármacos para adelgazar
El método que sigue a Hims & Hers para lograr ofrecer un producto a precios tan bajos se basa en la práctica del «compounding» o medicamentos compuestos. La estrategia consiste en vender versiones modificadas de medicamentos que escasean, pero son muy cotizados. Se trata de una táctica muy común en EE UU cuando las grandes farmacéuticas no son capaces de satisfacer la demanda con su producto patentado.
En España, los medicamentos compuestos también están autorizados, pero deben ser autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). En EE UU la cosa cambia. Aunque sí deben cumplir ciertos requisitos, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU) no revisa la seguridad y eficacia de los productos compuestos.
En teoría, esto es porque los fármacos compuestos son alternativas personalizadas a los medicamentos de marca diseñadas para satisfacer las necesidades de un paciente específico. Por ejemplo, una persona que necesita el principio activo de un medicamento patentado, pero que no puede tomarlo porque lleva algún compuesto que le produce una reacción alérgica. En ese caso, podría tomar un compuesto.
El «truco» de Hims & Hers para poder vender medicamentos compuestos sin problemas es que, para adquirir sus productos, el cliente primero debe completar un formulario en la web. A través de este cuestionario, que también se puede hacer en vídeo con un proveedor de salud, se brindan los datos médicos. Hims asegura que éstos serán evaluados por una persona autorizada para recetar el fármaco que mejor se amolde a cada paciente.
En el caso de la imitación de Ozempic y Wegovy, y por el momento, los clientes podrán acceder al fármaco si tienen una receta de un proveedor de atención médica autorizado en la plataforma Hims & Hers. No obstante, la compañía afirma que planea facilitar el método de adquisición «una vez que el suministro esté constantemente disponible».
«La composición puede hacerse de forma muy segura, si se hace correctamente», señala Andrew Dudum, consejero delegado de Hims & Hers. Él explica que la producción de estos medicamentos se llevará a cabo en una planta autorizada por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los EEUU), a la que describió como «uno de los mayores fabricantes de genéricos» del país. Sin embargo, los genéricos (que también comercializan) son otro tipo de medicamento, que es el que se puede fabricar cuando ha caducado la patente.
Por ello, las versiones genéricas compuestas ganan terreno en Estados Unidos mientras las patentes impiden la fabricación masiva de estos medicamentos. De hecho, otras empresas del sector de la telesalud están entrando al mercado en el país. En España, habrá que esperar todavía para ver este tipo de luchas por el mercado de los fármacos GLP-1 para bajar de peso, ya que los requisitos y autorizaciones para la venta de un medicamento son por lo general más estrictos en el entorno europeo.
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