Millonarios

El silencioso éxodo latino del barrio de Salamanca

Venezolanos, colombianos y mexicanos compraron pisos de 500 metros en el centro de Madrid para ahora migrar al chalé

Designer Carolina Herrera and daugther Carolina Adriana Herrera during gala "Dacer" in Madrid on Thursday 24 October 2019.
Designer Carolina Herrera and daugther Carolina Adriana Herrera during gala "Dacer" in Madrid on Thursday 24 October 2019.Gtres

Hay un éxodo silencioso del mexicano y el venezonalo que ha vivido esta década plácidamente en los barrios de Salamanca y Chamberí, disfrutando de la seguridad que proporciona una ciudad como Madrid y felices de ir a correr al Retiro sin escolta. Esas grandes fortunas ahora buscan el chalé, dejan los áticos de 500 metros a sus hijos y buscan la casa con jardín en urbanizaciones como La Moraleja, La Finca y otras menos conocidas, como Monte Alina, al oeste de Madrid. Y ahí, estamos nosotros». La explicación de esta nueva tendencia en el mercado es de David Rubio, socio fundador de Blossom Real State, la consultora inmobiliaria boutique donde son accionistas los futbolistas David Carvajal y Pablo Sarabia.

Lo cierto es que los barrios más nobles de Madrid están actualmente «saturados» de fortunas latinoamericanas con una incipiente entrada de millonarios chilenos y peruanos. Los grandes responsables del asentamiento de fortunas latinas en Madrid tienen nombres y apellidos. Según Ofelia Núñez Buj, directora de Inversión Residencial de CBRE, hay cinco firmas latinas cuya actividad ha destacado sobre la del resto: los venezolanos Capriles y el Grupo Impar (también venezolano), que dominaron primero; y las compañías de capital mexicano Terralpa, Be Grand y Abilia. «Lanzan comercializaciones, pero el 80% [de las viviendas] ya llega prevendido a clientes suyos que traen de sus países de origen», explica. Grandes fortunas como María Asunción Aramburuzabala (Abilia), Axel Capriles (Gran Roque), Roberto Perri (Impar) o Miguel Ángel Capriles (Gran Roque) han atraído a otras grandes fortunas. Tienen varios puntos de encuentro en la capital. Uno es el restaurante Puntarena, capitaneado por el empresario mexicano Arturo Argüelles, y los otros dos (Valázquez 17 y Café Murillo) son propiedad de Eliza Arcaya, íntima de Carolina Herrera.

Ese nuevo éxodo del que habla Blossom Real State tal vez explica que se haya vendido recientemente una propiedad emblemática por doce millones de euros, en La Moraleja, que pertenecía a un reconocido periodista español, a una fortuna peruana. «Ellos no han hecho el paso por la capital y buscaban una zona con colegios», asegura una persona cercana a la operación.

Esto no significa que Madrid se vaya a despoblar de ricos latinomericanos. Zonas como la plaza de Las Salesas están siendo colonizada por los hijos de esas fortunas de ultramar. Tal vez la responsable sea la venezolana Magally Capriles, que compró los almacenes Lamarca, que ahora es un espacio del lujo donde muchos cachorros de esta «jet» latinoamericana se reúnen para ir al gimnasio, comer o ir de compras.