Primarias en el PSOE

Echar pelo o pluma

La Razón
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Es de coña. De las 88.000 palabras del diccionario de la RAE, la gente leída utiliza un millar y el común, sobre todo esa generación que según los optimistas es la más preparada de la Historia de España, usa apenas 240. Con ese panorama y teniendo en cuenta que nos hemos hecho urbanitas y de las cosas del campo no solemos tener pajolera idea, entiendo que muchos no sepan lo que es «pelechar».

Por eso he titulado «echar pelo o pluma», porque eso, además de medrar cuanto se trata de personas, es lo que significa el término. Pues aunque resulte inverosímil, sobre todo para gente como yo que lo daba por muerto hace ya muchos meses, aquí el único que ha pelechado y a lo grande es Pedro Sánchez.

A la vista de los 53.117 avales que le han dado sus compañeros de militancia, ya no se puede descartar que el candidato de Podemos, dentro de dos semanas, salga elegido secretario general del Partido Socialista Obrero Español y entremos de nuevo en la fase de incertidumbres, memeces y tinieblas. Que España no se merece un personaje así, parece claro, como también que el PSOE se lo ha ganado a pulso.

Que un porcentaje tan alto de militantes siga creyendo que la mejor opción es estar encabezados por un tipo que por dos veces les llevó a los peores resultados de su historia, sólo tiene una explicación psiquiátrica. Los afiliados han tenido muchos meses para valorar si la decisión del Comité Federal del pasado 2 de octubre fue la correcta o no. Si a España le hubiera ido mejor con Pedro viviendo a lo grande en La Moncloa y con los zarrapastrosos podemitas ocupando del todo RTVE, manejando el CNI, organizando saraos, gastando a manos llenas y moviendo los hilos. Aquí no ha habido engaño y quienes avalan a Sánchez son conscientes de que lo hacen a un tipo políticamente más simple que el mecanismo de un chupete, que en Cataluña aboga por «diálogo leal» con los sediciosos que se pasan nuestras leyes democráticas por el forro y cuyo ego o ambición le permiten pactar lo que sea y con quien sea.

Lo más probable, teniendo en cuenta el peso del aparato, es que el 21 de mayo se imponga Susana Díaz, que parte con una ventaja de 6000 votos y contará con el respaldo de Patxi López, pero queda claro que el PSOE, el de los 138 años de existencia, el de Felipe González, se ha ido por el vertedero.