El caso Orlandi

En Italia se ha dado mucho relieve a un nuevo episodio del caso Orlandi poco conocido fuera de las fronteras de este país. Emanuela Orlandi, hija de un empleado vaticano, desapareció misteriosamente el 22 de junio de 1983 y desde entonces a hoy nadie ha sido capaz de reconstruir lo sucedido y si sigue viva o está ya muerta. Tenía entonces sólo quince años.

La falta de noticias fiables ha sido sustituida por una avalancha de hipótesis algunas de ellas descabelladas. Ali Agca ,el turco que atentó contra la vida de Juan Pablo II, asegura haber recibido mensajes que proponían su intercambio con la muchacha secuestrada. Otros pretendieron que la raptó la temible banda de La Magliana para chantajear al Vaticano y que su cuerpo fue triturado en una cementera. No faltó quien atribuyera el secuestro a un grupo de pederastas.

Ahora acaba de salir a la luz un documento que pretende ser la rendición de cuentas de los gastos ocasionados al Vaticano en este «affaire»: quinientos millones de liras. Lo habría firmado en 1998 el Cardenal que entonces presidía el APSA (Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica) y forma parte de un libro firmado por un periodista especializado en los escándalos atribuidos al Vaticano.

La reacción de la Santa Sede ha sido inmediata calificando el documento como «falso y ridículo» y las noticias en el contenidas como «privadas de todo fundamento». La familia Orlandi, cuyo dolor es comprensible, y sus abogados habían pedido antes del verano que el Vaticano entregase los documentos referentes al caso a lo cual respondió el Sustituto de la Secretaría de Estado que todo había sido puesto en su día a disposición de la justicia italiana .

Ahora la aparición del documento en cuestión –que tiene todas las apariencias de ser falso– ha relanzado el tema y el arzobispo Angelo Becciu, tercero en la escala de mando vaticano, ha recibido a una de las hermanas de Emanuela para confirmar que el Vaticano no oculta ningún secreto y que ofrece toda su colaboración a la familia para esclarecer el caso que seguirá siendo uno más de los misterios de la historia italiana.