El convite

Aquel lema de Berlanga en «Plácido», «siente a un pobre a su mesa», tal día como ayer habría hecho feliz a mucha gente, sin cumplir el requisito de la menesterosidad. Atlético, Federación Española de Fútbol (la «ref», que dice Villar) y Real Madrid, por estricto orden cronológico, invitaron a la Prensa a la comida o cóctel de Navidad. Dividirse es tan difícil como complicado resulta quedar bien con todos; más aún cuando es el tráfico, infernal, quien dicta el horario.

En el convite del Madrid ejerció de anfitrión Florentino Pérez; recordó que su equipo no va a caer en la autocomplacencia: «Queremos más». En el de la Federación hubo «regalo» sorpresa: Villar. Cual cara de Bélmez, se apareció. Dicen que no figuraba en la lista de invitados, pero a ver quién es el guapo que le prohíbe la entrada a la que todavía considera su casa, donde piensa regresar, cueste lo que cueste. Y en el almuerzo del Atlético no ocultó Enrique Cerezo su enfado con el Barcelona, al que han denunciado a la FIFA: «No ha sido una queja. Ha sido denuncia».

El Atlético ha fichado a Rodri, el «Busquets» del Villarreal que con 14 años fue suyo. Ahora tiene 21, ha estirado y apunta maneras de internacional absoluto, el mejor relevo posible de Gabi. La operación se fraguó en la intimidad, sin necesidad de dar tres cuartos al pregonero, como ha hecho el Barça con Griezmann. Rodri volverá a casa por 20 millones, el doble de la cláusula. Cuando él entre, es probable que salga Griezmann, si la FIFA permite el trasvase al Camp Nou. Y habrá que verlo. ¿Por qué ha denunciado el Atlético? Porque la actitud azulgrana ha sonado prepotente. ¿Quién no negocia con un jugador con contrato vigente? Pero no alardea. El Atlético primero ha hablado con el Villarreal, luego ha llegado a un acuerdo y después, todos contentos. «Los futbolistas son vivientes, viajantes y mutantes» (F. Roig).