César Lumbreras

El mercado de cereales

La Razón
La RazónLa Razón

A medida que avanzan las tareas de siega y las máquinas suben hacia el norte se confirma que la cosecha de cereales de esta temporada otoño-invierno va a ser mala y se situará por debajo de la media de la producción de los últimos cinco años.

También se constata la gran disparidad de los rendimientos, no ya entre regiones y provincias, sino dentro de una misma comarca. De igual manera sigue el goteo de previsiones que hacen constatar los malos datos.

Según la Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (Asaja), la cosecha será de 13,2 millones de toneladas, cifra sensiblemente inferior a los 14,9 millones avanzados por los comerciantes hace una semana.

Por cultivos, la organización apunta a que se obtendrán 5,1 millones de toneladas de trigo blando; 780.000 toneladas de duro; 6,1 millones de cebada y 1,4 millones de avena, centeno y triticale. De cumplirse sus pronósticos, la recolección bajaría en torno al 10% en relación con las cifras obtenidas el año pasado, cuando se obtuvieron 14,7 millones de toneladas, según los datos del Ministerio de Agricultura.

El mercado continúa paralizado, ya que los compradores piensan que los precios bajarán, siguiendo la tónica de lo que sucede en las principales bolsas mundiales, mientras que los agricultores opinan lo contrario, ya que la cosecha española será mala, por lo que los precios deberían subir. Unos y otros están a la espera de lo que suceda en las próximas semanas.

Por otro lado, las previsiones a nivel mundial apuntan a una buena campaña y a una oferta elevada, lo que pesa sobre las cotizaciones. Además de los factores de oferta y demanda, no hay que perder de vista otro muy importante, que condiciona la evolución del mercado.

Se trata de la evolución de la paridad entre el euro y el dólar. Y es que, en el mercado de cereales, no todo es oferta y demanda.