Enrique López

El papel de la Justicia

La Razón
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La Ley 42/2015 de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil establece que la comunicación electrónica sea la forma habitual de actuar en la Administración de Justicia. Para lograr tal fin, se fijó el 1 de enero de 2016 como fecha a partir de la cual la presentación de escritos y documentos y la realización de actos de comunicación procesal se efectuarán telemáticamente, obligando a los operadores jurídicos a esta adaptación. Si no fuera por la polémica que se ha generado en torno a esta entrada en vigor, parecería una broma de mal gusto decir que en 2016 se establece una obligación sobre algo que ya debería estar instaurado hace años; el mundo de la Justicia es el último en coger este tren, y ello por sí mismo ya debería evitar cualquier tipo de polémica respecto a su implantación, y por el contrario, volcarse en que el proceso culmine con el mayor de los éxitos. Con este paso se pretende eliminar el papel en la Justicia, algo que ya se ha conseguido hace muchos años en instituciones y servicios mucho más difíciles de gestionar como la Banca o la Hacienda Pública. Más llaman la atención la renuencia y los obstáculos en el cambio, siendo conscientes de que éste supone un esfuerzo de adaptación que los profesionales que se ven concernidos a ello ya han aplicado a otros aspectos de la gestión de su profesión. En 1978, el entonces ministro de Justicia Landelino Lavilla anunció la necesaria actualización de la organización en el acto de apertura del año judicial y dijo: «Ya estamos en trance de abordar la actualización de la organización judicial y adecuar los mecanismos procesales de forma que se asegure la pronta, eficaz y justa decisión de los litigios y el efectivo control jurisdiccional del poder desde las áreas del Derecho», refiriéndose en concreto a la implantación de los nuevos instrumentos telemáticos. En el pacto de Estado para la reforma de la Justicia de 2003 se planteó la gestión informática de la Justicia como algo prioritario, y mucho ha llovido hasta llegar a 2016, cuando la solución técnica para la presentación electrónica de los escritos y documentos es un instrumento, LEXNET, presentado por primera vez en el año 2003. ¿Qué hemos hecho en la Justicia para haber padecido la maldición de la falta de modernización tantos años? Ahora ha llegado el momento de apostar decididamente por el cambio arrastrando a todos aquellos que permanezcan inmóviles ante el mismo, y como primera fase de la completa desaparición del papel en la Justicia culminarla ya, para entrar en la fase definitiva. Decía la escritora Katherine Neville que los que no puedan mantener el ritmo de la revolución tecnológica se encontrarán con que ellos mismos se han vuelto obsoletos, y algo de esto pasa en el mundo de la Justicia. No se puede obstaculizar un proceso que debió haberse culminado como mínimo hace diez años, vamos con mucho retraso y la Justicia debe hacer desaparecer el papel en su gestión y modernizarse, para no perder el papel de la Justicia en una sociedad moderna que así lo demanda.