Pedro Narváez
El photoshop de la señora Sánchez
Los antiguos decían que una fotografía te robaba el alma. Ahora el photoshop además te quita lo que queda del cuerpo. La ex concejala de Ciudadanos que aparece en la portada de «Interviú» no sólo ha virado su ideario político –la criba del partido de Rivera no pudo ser peor, para qué las prisas–, sino que también ha cambiado su morfología agraciada por una de supermodelo a lo Cindy Crawford, lo que es una mentira más en el saco de engaños de esta política de todo a cien. Annie Leibovitz, la reina del retoque espectacular, ha dado una lección de normalidad retratando por primera vez para el calendario Pirelli a mujeres que no tendrán éxito en los talleres mecánicos o en las cabinas de los camioneros. Las grasas se repelen. El michelín corpóreo contra el michelín de la carreterra. Estas señoras no acumularán líquido de frenos pero sí unos pocos piropos intelectuales. Lo contrario que la chica Ciudadanos, que de tanto mirarse el ombligo ha decidido compartirlo con el resto de la especie bípeda y la cosa machirula de la junta de culata. Llegan los días de photoshop moral. Los candidatos tienen preparados sus estilismos para los debates a dos, a cuatro y lo que se tercie, de Bertín Osborne a Pablo Motos. Cuando Alsina abrió fuego la semana pasada con Rivera e Iglesias, ovación y vuelta al ruedo para el periodista de Onda Cero, ya sabíamos que el debate de la campaña sería precisamente «el debate» con lo que la forma ha ganado al fondo, o sea el photoshop con el que se puede trucar que en un atril aparezca un ausente o que un candidato se retrate a su antojo. Con Alsina, quién lo hubiera previsto, el protagonista fue Kant. La filosofía ya cuenta con que la anécdota se transforme en categoría. No digamos para los plumillas, y el que firma el primero de la lista: no voy a hacerme un photoshop deontológico. En el de «El País» la estrella no fue Rajoy o su avatar, sino la mujer de Pedro Sánchez, que no estaba anunciada en la velada pero quiso hacerse uno de estos photoshop morales robando el plano a Íñigo Errejón mientras le hacían una entrevista al podemita. La anécdota de nuevo. La señora Sánchez muestra el nerviosismo que se vive en la intimidad familiar. «Podemos y Ciudadanos es un sarampión que tenemos que pasar», dicen en Ferraz. Y allí fue la madre coraje a tomar la temperatura y a trucar a su manera la imagen reservada a Errejón y que pasará a la historia más que el hueco del presidente o las insípidas propuestas económicas, el bla bla bla de los números con los que los aspirantes quieren que lleguemos a fin de mes, pero a este fin de mes, no a los siguientes. Si lo llega a saber, tal vez Pedro Sánchez hubiera mandado a su consorte a hacerse una historia de playback para arrinconar a Podemos en la lona de las desdichas. El próximo photoshop será el 20-D, cuando cada uno adelgace o engorde los resultados según queden más guapos en los talleres de España donde se decide quién merece abrir el calendario de 2016. Mañana se abre la cocina del CIS, que es el photoshop por otros medios, para presentarnos un nuevo retrato, no se sabe si a la manera de la Leibovitz, tal como son, o a la de la ex concejala de Ciudadanos, que es como les gustaría ser, o sea que interpretarán su selfie encuesta en la que todos ganan vestidos. Lo peor será cuando se desnuden.
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