El Rey y la Princesa de Girona

El lunes y el martes estarán en Barcelona los Reyes y sus hijas Leonor, princesa de Girona, y la infanta Sofía. La actual situación motiva que el acto central –la entrega de los premios de la Fundación que lleva el título gironí de la sucesora de la Corona–, no se celebre en Girona desde el año pasado, cuando la Familia Real fue declarada non grata por el ayuntamiento del que fue alcalde el prófugo de Waterloo. Estando él al frente del Consistorio en 2014, tuve el honor de acompañar a Girona a los Reyes como ministro de jornada en los actos de entrega de los premios de la Fundación. Felipe VI había sido proclamado Rey de España una semana antes, y los actos se desarrollaron con total normalidad, rodeados de calor humano y gran cordialidad. Qué tristeza comprobar cómo desde entonces se ha hecho tanto daño a la convivencia, pilar básico del bien común.

ERC y JxCat han solicitado a la Junta Electoral la suspensión de la visita real hasta después del 10-N, por considerar que «la presencia y palabras del Jefe del Estado favorecerán a los partidos constitucionalistas», rompiendo la neutralidad que le es exigible. Convendría que leyeran el artículo 56 CE, por ejemplo: «El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia...».

Ante la amenaza de los que quieren destruir España, el Rey no solo no puede ser neutral, si no que debe ser y es beligerante.