Alfonso Ussía
El sueldo
Leopoldo López convocó y lideró una manifestación pacífica de estudiantes y ciudadanos descontentos y hartos de la dictadura bolivariana. Para que una manifestación sea pacífica es imprescindible que tanto los manifestantes reprimidos como las fuerzas opresoras no aprieten el gatillo. Pero en aquella manifestación, la Policía de Maduro y sus sicarios paramilitares y moteros dispararon contra la multitud causando la muerte a 43 personas. Para Monedero, el asesino fue el convocante, no el represor. Un niño de doce años se encontró de golpe con la bala disparada por un matón de Maduro. Le partió la cabeza y cayó muerto ante los ojos horrorizados de sus padres. Para Monedero, los padres son los asesinos por haber llevado a su hijo a una manifestación. Leopoldo López ha sido comparado por Monedero con los etarras, y le ha llamado golpista y violento. Los que disparan son los mensajeros de la paz. El sueldo.
Iglesias Turrión, el íntimo jefe político de Monedero ha justificado las canalladas verbales de su compañero de banda. Desde su «centrismo», desde su «socialdemocracia», «desde su nuevo lugar en las responsabilidades políticas». Para Iglesias Turrión, Monedero dijo cosas «muy serias». Tan serias como el rescatado «tuit» de Iglesias Turrión cuando escribió que no compartía algunos hechos de Iñaki de Juana Chaos, pero tampoco el acoso al que estaba sometido por la justicia española. El único rasgo de elegancia en este proceso de degradación humana y tiranía consumada lo ha tenido Lilian Tintori, la valiente mujer de Leopoldo López, que ha calificado a Monedero con extremada buena educación de «irresponsable». Deduzco que los «hechos» protagonizados por De Juana Chaos y que Iglesias Turrión no comparte son los más de veinte asesinatos terroristas del «acosado» por la justicia española. Y escribo que lo deduzco porque Iglesias Turrión no ha creído oportuno especificarlos. Para Monedero, Leopoldo López, es como De Juana Chaos, Ternera, Potros, Mújica Garmendia, o el asesino de Miguel Ángel Blanco. El sueldo.
Ha dicho Monedero que la condena de la juez bolivariana contra López, tan denostada en Europa, ha sido recibida con plena normalidad en los países del entorno venezolano. Quizá se ha olvidado de Colombia. Está claro que el populismo asesino de Venezuela no va a recibir críticas adversas de otros regímenes populistas, o simplemente comunistas, o sencillamente infames como el de Cuba, Nicaragua, Ecuador o Argentina.
Su único argumento. El sueldo.
Pero es conveniente y saludable que Iglesias Turrión permita hablar a Monedero. Y más conveniente y saludable que coincida con la manera de pensar y la forma de expresarse de Monedero. Iglesias Turrión es la teoría de «Podemos», Errejón la práctica y Monedero la Poesía. El Orinoco brotó de sus ojos cuando falleció Chávez, el golpista que alcanzó el poder con cien cadáveres tirados en las calles de Caracas. Por mucho y mal que Iglesias Turrión, del que dicen es hijo de un activista del FRAP y nieto de un brigadista del amanecer, intente disimularlo, cada día que pasa aparece más desnudo a la vista de los que, poco tiempo atrás, creyeron en su buena voluntad. Si Iglesias Turrión tuviera un gramo de pudor, Monedero tendría que haber sido expulsado fulminantemente de «Podemos». Pero al contrario, lo ha justificado y defendido.
Y como tal actitud no encaja en un «centrista», un «socialdemócrata» y un «dirigente moderado por sus nuevas responsabilidades políticas», se deduce que esa contradicción, semejante incoherencia y tamaña desvergüenza sólo tiene una respuesta. La financiación de Maduro con el dinero que hurta a los venezolanos. El sueldo.
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