¿Están locos estos íberos?

Nunca he estado de acuerdo con el Sepla, el sindicato de pilotos. Las huelgas de los que cobran más de cierta cantidad son un sarcasmo. Tanto como las que toman como rehenes a ciudadanos en el transporte. Sin embargo, la convocada por el personal de Iberia tiene matices imposibles de olvidar. Esta vez no se trata de aumentos de salarios o reducciones de jornada. Tampoco de luchar por una cuota de poder del sindicato en la empresa.

Está en juego la supervivencia de la compañía tal como la conocíamos hace unos años. Fue rentable entre 1996 y 2008, año en que se fusionó con British Airways. Curioso que, desde entonces, salvo en 2010, Iberia tuviera pérdidas y se anuncien más para el futuro ¿Coincidencia?

Lo malo es que la huelga convocada puede conducir a lo que se quiere evitar. Una espiral de protestas, pérdidas, protestas, pérdidas... conduciría a la catástrofe de la compañía.

Por eso, es necesario un acuerdo que salve la compañía, con cesiones de todos. Incluyendo a British Airways. La otra parte de IAG; la compañía suma de ambas. No estoy muy de acuerdo con las condiciones de la fusión, dadas las consecuencias a medio plazo. Pero, lo «escrito, escrito está» (lo dijo Pilatos). Ahora se trata de reconducirla para reequilibrarla. No será fácil, pero es necesario. Para indicar lo grave de la situación, comento simplemente una anécdota personal. Estoy contratado en Costa Rica para dar clases. Los clientes ya han comprado los billetes para varios meses y en el último mail –ayer mismo– decían literalmente: roguemos a Dios que Iberia no se vaya a huelga o vaya a quebrar. A la vista de ello me pregunto lo que Asterix decía de los romanos: ¿Están locos estos «iberos»? ¡Ah, y que conste que mi tarjeta plus es Iberia Platinum Esmeralda, la que más!