Gran fin de fiesta

Es tanto y tan tremendo lo que tenemos que oír y soportar, que he escogido unas cuantas perlas de distintos personajes que parecen una actuación cómica de algún fin de fiesta. (Uso lo de cómico por no coger el primer vuelo a Nueva Zelanda, seguro que allí no oigo cosas semejantes).

Empecemos por Máximo Valverde: el ya talludo actor, incluso torero, declara que piensa montar un musical, que se basará en la historia de amor que vivieron en su juventud el autor de la idea con Isabel Pantoja. Se lamenta Máximo de que la cantaora no lo recibe para poder mostrarle la obra, que vendría a ser una especie de «Azabache», el gran espectáculo de la Expo’92, con una bonita historia de amor. Te daría un consejo, deja la visita a Cantora, porque, de producirse, no saldrías muy contento de la misma.

El presidente del PP de Andalucía, Moreno Bonilla, se ha metido en un charco más grande que el Guadalquivir, el río que siempre quiso ser mar. La metedura de pata ha debido de hacer felices a los dirigentes del PSOE y ha llenado de indignación a los medios conservadores. Qué mal momento para sacar el espantajo de la discriminación que sufre Málaga y su provincia respecto a Sevilla. Eso dicho por el que aspira a ser presidente de la comunidad es un patinazo sin límites.

No podía ser de otra manera, el apoteosis final. Es para ese gran showman que es el diputado Rufián. En sede parlamentaria ha dicho sin rubor alguno que el referéndum del 1 de Octubre es el medio para recuperar la independencia de Cataluña, que le arrebataron los españoles hace 80 años. Gran descubrimiento para el mundo, Cataluña hasta hace 80 años era una nación independiente. El diputado Rufián se habrá acogido a que, al igual que se tiene derecho a decidir el futuro de una tierra, también se tiene para inventarse la historia que le más le guste a cada cual, que esa es la democracia que su partido practica.