Grescas

¿Quién manda más en la política económica del Gobierno, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, o el de Economía, Luis de Guindos? Si en la Legislatura pasada ya andaban a la gresca, con la llegada de la nueva la situación no sólo no ha mejorado, sino que ha ido a peor, porque no han tardado ni quince días en reanudar las hostilidades.

Basta con echar un vistazo a los medios de comunicación, que han recogido las declaraciones de ambos sobre la subida de impuestos. Montoro dice una cosa un día y, a las pocas horas, Guindos anuncia lo contrario, o viceversa. Al final, entre lo de uno y lo del otro nos tienen en un «sinvivir» y seguimos sin saber los impuestos que van a reajustar al alza, porque lo que está fuera de toda duda es que va a haber subidas y pronto.

Aunque, bien pensado, si hemos convivido y, mejor dicho, sobrevivido, a las peleas internas de los dos ministros durante los últimos cinco años, no hay motivos para que no lo sigamos haciendo durante lo que falta de esta legislatura, Rajoy mediante.

Y, mientras Guindos y Montoro siguen a la gresca, y sólo falta ver por dónde tiran, si vía IRPF, Sociedades, Impuestos Especiales, IVA, o cualquier otro «sablazo» que se saquen de la cartera ministerial, los sindicatos amenazan con echarse al monte. Ha sido después de que Rajoy dijese, en el marco del nuevo proceso de diálogo social, que hay que cumplir los compromisos adquiridos con Bruselas, lo que no ha gustado nada a los de Comisiones Obreras y UGT, que rechazan las líneas rojas anunciadas desde el Ejecutivo.

Otra gresca más, la de Turquía y la UE. Desde Bruselas y otras capitales se han quejado por la represión de Erdogan después del golpe y en el Parlamento Europeo han pedido la suspensión temporal de las negociaciones con este país. La respuesta no se ha hecho esperar y el propio Erdogan ha dicho que abrirá las fronteras a tres millones de refugiados. ¿Será por falta de grescas?