María José Navarro

Honradez

La revista británica «Reader Digest» ha querido saber cuál es la ciudad más honrada del mundo. Yo me acuerdo mucho de aquellos librillos que le llegaban a mi padre, una especie de edición de bolsillo de algo, donde se alternaban los reportajes coñazo con verdaderas obras maestras, y recuerdo también que era incapaz de pronunciar el nombre de aquella revista de la que mi padre era suscriptor. Bueno pues la «Reader Digest», ha sometido a varios países del mundo a un experimento: ha abandonado 192 carteras en 19 ciudades de todo el planeta y ha esperado a ver cuántas eran devueltas. Cada una de las billeteras incluía el nombre de su dueño, un número de teléfono, una foto de familia, cupones de descuento, tarjetas de visita y el equivalente a cincuenta dólares en la moneda de cada país. Esas doce carteras fueron perfectamente olvidadas en parques, centros comerciales y en las calles de varios núcleos de población de tres continentes. Y los investigadores esperaron a que el personal picara, y el resultado, queridos niños, nos retrata. Sobre todo a los españoles que pasaban durante la prueba por la capital de España. De las doce carteras extraviadas en Helsinki sólo se quedaron con una. En Madrid, de la docena usada como señuelo,

«sólo» nos quedamos con diez. Mecachis. Únicamente nos supera Lisboa, donde devolvieron una. Una de doce. Conclusión: Da la sensación de que en la Liga de Fútbol Finlandesa aún no se autoriza el butrón en los campos de fútbol, así que la gente es buenecica. Otra: aquí se permite hasta el tocomocho. Y la última: Yo creo que el único que devolvió la cartera en Lisboa no es Pepe.