Angel del Río
Informe exculpatorio
El informe elaborado por el Ayuntamiento sobre el «caso Madrid Arena», es riguroso en la exposición de los hechos, desde los controles de seguridad del edificio hasta la cronología de los acontecimientos que a lo largo de la fatídica noche-madrugada de Halloween fueron conociendo la Policía Municipal y los responsables del Samur, pasando por el aforo exacto puesto en conocimiento de los organizadores del evento con antelación. El informe en sí resulta exculpatorio para el Ayuntamiento, y así lo debe entender el juez si comprueba que todo lo que en el mismo se describe se corresponde con la realidad, especialmente en lo que atañe a la prevención y seguridad del edificio, que es lo que corresponde al Ayuntamiento, porque la inseguridad interior es exclusiva del organizador, desde el dispositivo, hasta el cumplimiento del aforo máximo permitido; y de esto, poco puede hacerse eco el informe municipal, ya que lo ocurrido en el interior del Madrid Arena corresponde averiguarlo a la Policía y al juez.
Si, como parece por lo conocido hasta ahora, la gran avalancha que dio lugar a la tragedia se produjo por la invasión, en un momento determinado y desde el exterior, por parte de jóvenes que estaban haciendo botellón, me queda la interrogante de saber quién debería haber impedido esa concentración de consumidores de alcohol al aire libre, de consumo de bebidas alcohólicas a las puertas de un recinto donde también se consumía este producto en su interior; es decir, quién tenía que haber impedido y disuelto esa concentración de bebedores.
Ya hay un informe policial y otro municipal; habrá otro judicial y una comisión de investigación que hoy mismo se va a formalizar en el Ayuntamiento. De todo ello se deducirán causas y responsabilidades, porque lo que ocurrió esa noche fatídica en un lugar de la Casa de Campo no fue fortuito.
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