La diferencia

Marcó tres goles Asensio a Macedonia y no le han colocado en la órbita de otro equipo que no sea el Madrid. Sólo se ha especulado con la posibilidad de subirle el sueldo y la cláusula de rescisión. El vértigo del fútbol, el presente que muere en horas 24 para que un día después todo se olvide o duerma hasta otro estallido. Saúl suma ya cinco goles fabulosos en el Europeo sub’21. El primero a Macedonia fue un lujo de chilena que perdió intensidad con el triplete de Asensio en ese partido, y con la excusa del semifallo del portero al hacerse un lío con la filigrana.

Saúl le cascó tres goles como tres soles a Donnarumma, cancerbero del Milan, de Italia, heredero de Buffon, y ha faltado tiempo para embarcar al rojiblanco rumbo a Barcelona o a cualquier otro grande de Europa porque la imagen del Atlético es la de un club vendedor, aunque sea en los últimos cinco años uno de los más regulares y más temidos adversarios del fútbol continental. He ahí la diferencia. El Madrid compra, el Barça compra, como el United, el Chelsea o el Bayern, y les cuesta vender porque a ver quién es el guapo que paga la ficha de sus descartes. El Atlético vende lo que necesita y adquiere lo que puede. Traspasa a Torres, Agüero, Falcao, Diego Costa ­ y casi a Griezmann –que saldrá en junio de 2018 posiblemente– porque los pilares de su economía están anclados en la Agencia Tributaria, en la Seguridad Social y en las cuentas de débito de los bancos, demasiado lejos de la realidad que todo lo invade y de la sala de trofeos. No obstante, si logró conservar a Koke, no hay que perder la esperanza con Saúl, que es del Atleti.