Toni Bolaño
La otra familia Pujol
Artur Mas y Convergència Democrática de Catalunya evitaban reprobar a Jordi Pujol en el pleno del Parlament de Cataluña de esta semana. Para ellos, «el padre de la patria» no se merecía ese trato. Ni sus flamantes socios de lista electoral, ERC, les dieron cobertura. El portavoz de CDC en el Pleno dijo que la corrupción era el pasado. Apenas han pasado 24 horas para que el nombre de Convergència vuelva a aparecer ligado a un nuevo escándalo de corrupción. El pasado se convirtió, una vez más, en presente.
La Guardia Civil registró la sede de la constructora Teyco. Tres miembros del clan de los Sumarroca fueron detenidos. Los Sumarroca son una saga empresarial de larga tradición que ha vivido sus mejores años a la sombra de Jordi Pujol. Carles Sumarroca Coixet, el patriarca del clan, es amigo íntimo de Pujol, fue fundador de CDC y colaboró con el Jordi Pujol banquero en Banca Catalana. La relación personal y empresarial también llegó a sus esposas. Núria Claverol fue socia de Hidroplant, la empresa de jardinería que adornaba todos los edificios oficiales de la Generalitat gracias a los contactos de la otra socia: Marta Ferrusola, la matriarca del clan Pujol. Sus influencias llegaron también al Barça. Hidroplant se encargó del cesped del Nou Camp hasta que lo dejaron como un campo de coles.
Las constructoras de Sumarroca tuvieron un trato «benévolo» por parte de la Administración Pujol. Se calcula que obtuvieron contratos por valor de 285 millones de euros en la época Pujol y alrededor de 25 millones bajo mandato de Mas. En la primera época figuran muchos contratos «a dedo» y desviaciones presupuestarias, según informes de la Sindicatura de Cuentas. El mejor año fue 2003. El año en el que CiU pierde el poder en Cataluña y llega a la presidencia Pasqual Maragall. Antes de dejar la Generalitat, Pujol adjudica a los Sumarroca cuantiosas obras, entre ellas la inacabada Línea 9 del metro de Barcelona. Además, al menos dos hijos del presidente catalán –Jordi y Pere– trabajaron para la empresa Entorn, SL, del grupo Sumarroca.
El poder de Carles Sumarroca traspasaba el ámbito de los negocios. Fue presidente de la Pimec desde 1977 a 1985. Hoy es presidente de la entidad empresarial Josep González, originario, al igual que los Sumarroca, de Lliminiana, una pequeña población leridana. También fue consejero de la patronal Fomento del Trabajo, es miembro de la Cámara de Comercio y fue impulsor del fallido proyecto de la compra de Spanair. Su hijo Carles fue presidente de la entidad empresarial soberanista Femcat.
Los problemas judiciales de los Sumarroca también van de la mano de los Pujol. El juez Ruz llamó en calidad de imputados al patriarca del clan, Carles Sumarroca, y a su hijo del mismo nombre en la investigación que se sigue contra Jordi Pujol júnior. El juez cree que CDC se financiaba a través del entramado de empresas de los Sumarroca, a la vez que éstos se beneficiaban de la adjudicación de concursos públicos. También, el juez considera que a través de los mismos caminos la fortuna de los Pujol aumentaba. Los Sumarroca están imputados por falsedad documental y blanqueo de capitales.
A raíz de este escándalo, el entramado empresarial se tambalea. La crisis de la construcción tocó de lleno al grupo Sumarroca. Su empresa familiar –EMTE– se fusionó con la emergente Comsa, de la familia Miarnau, en el año 2009. Las tensiones entre las dos familias fagocitaron a los Sumarroca de Comsa-EMTE a principios de este año, quedando un solo Sumarroca en el Consejo, Albert Sumarroca, el único de los hijos del patriarca que está al margen de la presunta corrupción familiar. Su vinculación con los Pujol era un deterioro para la empresa que los Miarnau no estaban dispuestos a consentir.
La familia se refugió en la segunda marca, Teyco. En el mes de marzo de este año, Jordi Sumarroca –uno de los detenidos ayer– disolvió el consejo desplazando a su tío Joaquim y a su prima Susanna –también detenidos ayer–, asumiendo la presidencia ejecutiva. La operación iniciada ayer por la Guardia Civil, la «operación Petrum», sigue la misma pauta que la instrucción del juez Ruz. El juez de El Vendrell cree que el Ayuntamiento de Torredembarra –Tarragona–, dirigido por el todavía militante de CDC y ex alcalde Daniel Massagué, realizó facturas falsas a Teyco por un aparcamiento infrautilizado en la localidad y recibió los pagos. Massagué era un hombre de confianza de Felip Puig, cuyos hermanos también tienen y han tenido negocios con los Pujol. Las denuncias de la ejecutiva local de CDC por las actividades del ex alcalde quedaron siempre en caso roto. Nunca tuvieron respuesta.
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