Podemos

Las «Khaleesis» podemitas

La Razón
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Había mucho de premonitorio en aquel gesto de Pablo Iglesias hace poco menos de año y medio –hoy ya nos hubiera hecho la gracia justa– cuando saltándose los protocolos le regalaba al Rey un pack de la serie «Juego de tronos». «Es para que entienda mejor las claves de nuestra actual crisis política», le dijo al Monarca el líder de una formación para la que la fecha del 20 de diciembre pasado, el día en el que no se materializó el tan cantado «sorpasso», puede quedar señalada como el principio del fin de aquella quimérica aventura hacia la «toma del cielo». Podemos está mostrando a la luz no pocas vergüenzas y se nos ofrece ahora como el referente ideal de esas intrigas, traiciones, ambición de poder e inclinaciones cainitas presentes en esa serie que tanto le gusta a Iglesias. Puesto a sentirse estupendo, el líder de Podemos tampoco dudaba en comparar en alguna entrevista a su formación con la «Khaleesi», el principal personaje femenino de la serie, por aquello de representar, decía Iglesias, el desafío al poder establecido. Hoy la ficción favorita de Iglesias puede haberse convertido en una historia de pesadilla.

La crisis interna en Podemos nos brinda, dentro del pulso entre «pablistas» y «errejonistas», todo un elenco de matices que dejan «Juego de tronos» a la altura de «La abeja Maya». Rita Maestre –reparen tras la crisálida en la metamorfosis de su «look»– y Tania Sánchez, las ex de Errejón e Iglesias respectivamente, se han convertido con su «Proceso adelante Podemos» en las auténticas «Khaleesis» que amenazan el poder establecido en Podemos Madrid: la portavoz municipal que parece haberse caído como Saulo del caballo para ahora enfrentar la corriente anticapitalista –nada como tocar poder y coche oficial– y la diputada nacional recuperando su vieja aspiración de candidata a la comunidad dando por superados, suponemos, «culebrones venezolanos» de su «cohabitación» en la Cámara Baja con Iglesias y la también diputada Irene Montero. Algunas cámaras graban auténticos documentos.

No están mejor las cosas en Galicia, donde los comicios del próximo 25 se afrontan integrados en las Mareas asumiendo las «lentejas» ofrecidas en agosto como única alternativa, ni tampoco en el País Vasco, donde se ha pasado de poder disputarle al PNV la supremacía a intentar amarrar la condición de tercera fuerza. El «caso Otegui» ha sido tan demoledor para Podemos como provechoso para EH Bildu. El recorrido por otros puntos de la geografía nacional nos ofrece un panorama en la misma línea. Podemos Andalucía vive una auténtica lucha soterrada con último capítulo en el fallido intento auspiciado por Iñigo Errejón de promover unas «mareas» a la andaluza que desafiasen a la actual mayoría anticapitalista encarnada en Teresa Rodríguez, y qué decir del caso valenciano, donde el proceso para renovar la cúpula de En común ha degenerado –incluida hasta la conexión rusa para hacerlo más de John le Carré– en presunto fraude para manipular el censo del voto virtual. Con este panorama no extraña que –aún gestionando más miserias– en el PSOE no paren de echar cuentas.