Cataluña

Leer el «Marca» y fumarse un puro

Después de leer los resultados del último sondeo del CIS, Mariano Rajoy puede seguir con el «Marca» y fumarse un puro en los ratos libres. No es que sean unos datos para tirar cohetes, pero observar a Rubalcaba por detrás, con la lengua fuera, a cinco trancos y medio de distancia, en la peor etapa del PP y con las europeas a la vista, da para relajarse un poco. A los del Atlético, el equipo del pueblo, del «Zapatones» y del Príncipe Felipe, como se sabe, el «Marca» nos revienta un poco por su enfermiza madriditis, pero algún defecto tenía que tener don Mariano, el registrador. Además, en esto no se diferencia nada de don Alfredo, el químico, ni del Rey de España. Los tres llevan puesta la bufanda blanca y disfrutan con las portadas permanentes, en todas las posturas, de Cristiano Ronaldo, el portugués glorioso y egocéntrico. Y no es en lo único que coinciden. Están de acuerdo también sin mirarse a la cara, o sea, por señas, en salvar la Monarquía, salvar Cataluña y salvar el amenazado bipartidismo, que no son asuntos menores. Justo los tres puntos en que discrepa Cayo Lara, el comunista, que sueña con poner todo patas arriba y romper el mano a mano, impidiendo de este modo el Gobierno de la derecha y haciendo prácticamente imposible, dadas las diferencias esenciales con el PSOE en estos y otros puntos clave, el Gobierno de la izquierda, que antaño se llamó frente popular. La encuesta no recoge la propagada convención de los populares en Valladolid, con sus aplausos encendidos y sus dimes y diretes exteriores, ni el pequeño aquelarre de Vox, ese invento inútil de las víctimas descontentas, una cosa por otra. En contra de versiones interesadas o atolondradas, la feroz campaña abortista no ha mejorado la intención de voto del partido del puño y la rosa de don Alfredo, el químico, que no levanta cabeza y pierde unas décimas, a pesar del despegue andaluz impulsado por la intrépida Susana Díez, que tiene mucho más futuro que el actual líder socialista. Por lo que cabe suponer que este asunto, la «ley Gallardón», de gran carga ética, no perjudica al Partido Popular de don Mariano, el registrador, sino probablemente todo lo contrario. Los españoles no son tontos y están cansados de campañitas progres con trenes, pancartas y camisetas de colores. Lo que les preocupa de veras, según el CIS, es el paro y la corrupción, especialmente el paro y cómo arreglárselas para llegar a fin de mes. También, claro, incluidos don Mariano y don Alfredo, quién jugará la final de la Copa del Rey, el Madrid o el Atlético, que no sólo de pan vive el hombre y la vida está hecha de reincidencias.