PSOE

Los cálculos de Sánchez

La Razón
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Pensaba el líder de los socialistas que el fracaso de Rajoy, de su investidura, iba a propiciar su alternativa –la alternativa de izquierdas– al fracaso de las derechas. Cuando dije que Sánchez estaba pensando en la suma PSOE-Podemos-ERC-Convergència–PNV-CC no me equivocaba. Lo pensaba y lo sigue pensando. Pero en su cálculo, en su suma imposible de diputados de izquierdas, olvida una cuestión fundamental: que las derechas PNV-Convergència-CC, derechas son, pero que a su ubicación ideológica añaden además algo tan diferenciador como es su independentismo: su intento de deshacer la unidad de España.

El segundo cálculo errado de Sánchez no es que pretenda gobernar España con 85 escaños y una colección de partidos, sino lo que con ese gobierno pretende conseguir: evitar nuevas elecciones y consolidar su papel dentro del partido. Pues bien, ninguna de esas dos cosas las tiene garantizadas con ese pacto. Me explico. Si cree que el gobierno de izquierdas va a conseguir cuatro años de estabilidad política, es que no conoce con quien se juega los cuartos. Y si cree que por ser presidente del gobierno garantiza su futuro al frente del PSOE es que tampoco conoce a sus compañeros de partido.

Estas son las lecciones de esta primera ronda de contactos de Rajoy con los partidos. El bloqueo sigue garantizado por el voto negativo de los socialistas, pero la alternativa –la deSánchez– se empieza a disolver como un azucarillo por el desafío independentista que –aunque no es nuevo– ha adquirido perfiles nuevos y más agresivos. Por eso, y frente a todo ello, solo cabe una reflexión nueva. La han hecho los militantes del PSOE, que empiezan a ver la abstención en la investidura de Rajoy como el mal menor; y también la hace el sentido común, que necesariamente obliga a la cúpula del partido a reconsiderar una decisión del Comité Federal –el no a Rajoy– y convertirla en una abstención. Algunos dirigentes ya han entendido la coyuntura –independientemente de lo que hicieran en el pasado– pero Felipe González sabe lo que es España y que el futuro del partido pasa también por resultar útil en cada momento a España.

Afortunadamente, ahora la decisión del PSOE no dependerá sólo de Sánchez, dispuesto a conservar su cargo por encima de todo, sino de la cúpula del partido, que deberá tomar otra importante decisión que no es el apoyo a Rajoy: redefinir la futura ideología del partido. ¿Y ahora por qué? Pues porque el 25 de septiembre hay elecciones en Galicia y en el País Vasco; y el PSOE necesita un posicionamiento alternativo al nacionalismo. En el País Vasco los socialistas no sólo han dejado de ser aquel partido que ponía lendakari en Ajuria Enea, sino que ha sido desplazado al tercer puesto por Podemso. El caso de Galicia es aun más preocupante. En las Generales de este año, y pese al hundimiento de Podemos, el PSOE apenas sacó mil votos a la suma de Podemos-En Marea-Anova-EU. Conclusión: los socialistas se juegan mucho en estas convocatorias; y eso solo se hace con ideas claras, y no confundiéndose con los nacionalistas.

Mientras tanto, hasta Albert Rivera se ha dado cuenta de que «hoy por hoy no hay alternativa a Mariano Rajoy». Parece que empieza a moverse; y eso ya es avanzar. Tampoco tiene muchas opciones más.