Antonio Tajani
Los visados son necesarios
Europa sigue siendo el principal destino turístico del mundo gracias a la riqueza inconmensurable de su patrimonio natural, cultural y artístico. Sin embargo, para poder mantener nuestro liderazgo actual, el sector turístico europeo no puede dormirse en los laureles.
En medio de la crisis económica más grave desde la Segunda Guerra Mundial, debemos aprovechar plenamente los grandes recursos generados por el turismo. El sector turístico da trabajo a casi veinte millones de personas y tiene vínculos con otros sectores fundamentales como la cultura, la alimentación, la moda, la construcción y el transporte. El crecimiento constante del turismo también puede contribuir a reducir el problema del desempleo juvenil, que supera el 50% en algunas zonas de Europa.
En 2011, los turistas procedentes de terceros países gastaron aproximadamente 400.000 millones de euros en la UE. Se estima que esta cifra alcanzará los 500.000 millones de euros de aquí a 2020 si somos capaces de seguir atrayendo turistas de mercados de crecimiento rápido y de economías emergentes como China, la India y Rusia. Sus poblaciones tienen un poder adquisitivo cada vez mayor y desean descubrir Europa. En los cuatro últimos años, el número de visitantes rusos y chinos a la UE se ha duplicado y los flujos procedentes de la India también están aumentando rápidamente.
Sin embargo, el atractivo de un destino, los servicios ofrecidos y la calidad de las infraestructuras son simplemente insuficientes para competir a escala mundial. Los nuevos turistas potenciales se desalientan a menudo ante la burocracia y las dificultades prácticas y, en particular, ante la complejidad y la lentitud de los trámites necesarios a fin de obtener el visado para entrar en la UE. Entre los principales obstáculos se cuentan los largos periodos de espera para obtener una cita en la oficina consular, así como la obligación de presentar una compleja serie de justificantes y sus traducciones. Una cobertura consular insuficiente en algunas zonas geográficas también constituye a menudo un elemento disuasorio para muchos posibles visitantes, ya que tienen que viajar a veces cientos de kilómetros para presentar su solicitud de visado. Estos requisitos resultan aún más frustrantes para los viajeros frecuentes y regulares que no disponen de visado múltiple.
En estudios recientes se indica que, si los países del espacio Schengen aprovecharan plenamente la flexibilidad de nuestro régimen de visados actual y agilizaran los trámites, limitaran el número de documentos exigidos y facilitaran visados múltiples a los viajeros frecuentes, podríamos tener hasta 46 millones de nuevas llegadas internacionales en 2015, lo que supondría un aumento de los ingresos en 60.000 millones de euros en ingresos del turismo internacional (exportaciones) y la creación de medio millón de puestos de trabajo en el sector turístico.
En su reunión celebrada en México en junio de 2012, los dirigentes de los países más desarrollados (G-20) reconocieron las repercusiones económicas positivas de los viajes y el turismo y la necesidad de facilitar los desplazamientos. En noviembre de 2012, la Comisión Europea anunció un cambio en la política de visados y declaró oficialmente que, para aprovechar el potencial del sector turístico europeo, nuestra política de visados, que se ha centrado históricamente en cuestiones de seguridad, también deberá tener en cuenta las repercusiones económicas. La propuesta de revisión de la política común de visados marcará un punto de inflexión a la hora de fomentar la movilidad y hacer aún más atractivo el espacio Schengen. Por supuesto, la revisión de las normas sobre visados debe seguir respetando plenamente los aspectos de seguridad, que constituyen uno de los pilares cruciales de nuestra política de visados. La reforma se centrará en la introducción de facilidades para las personas que viajan periódicamente al espacio Schengen, tales como la expedición de visados múltiples. Un mayor uso de las nuevas tecnologías simplificará el proceso de solicitud de visado. Entre las mejoras propuestas se cuenta la posibilidad de viajar por el espacio Schengen más allá del período de noventa días autorizado en la actualidad.
Las mayores facilidades beneficiarán sobre todo a las personas que viajan por razones de negocios, cultura, deporte o familiares. De los numerosos festivales, acontecimientos deportivos y culturales, que mejoran la imagen y la visibilidad de las ciudades europeas y aumentan la afluencia de turistas, se derivan importantes beneficios económicos. Sin embargo, los problemas para obtener visados limitan con demasiada frecuencia los posibles beneficios económicos de estos eventos. Algunos países europeos ya compiten para atraer turismo procedente de países no pertenecientes a la UE. Italia ha aumentado su capacidad consular en China, lo que se ha traducido en un incremento del 100% en el número de visados concedidos. Polonia aplicó un procedimiento acelerado para el examen de las solicitudes de visado durante la Eurocopa de la UEFA en 2012. Incluso fuera de nuestras fronteras existen ejemplos interesantes que vale la pena estudiar, como Australia, donde existen diversos tipos de visado en función de la finalidad y la duración de la estancia. En los EE UU, el mismo presidente Obama creó un grupo de trabajo en enero de 2012 para aumentar en un 40% la capacidad del país para tramitar solicitudes de visado de nacionales de China y Brasil. La competencia internacional es cada vez más dura, ya que un número creciente de países confían en el turismo para su crecimiento y bienestar económico. A este respecto, la simplificación de los procedimientos de obtención de visados es fundamental para que la UE pueda aprovechar plenamente su enorme potencial como destino atractivo.
*En este trabajo también ha participado la comisaria europea de Asuntos de Interior, Cecilia Malmström
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