Irene Villa

Más que fe

En una de las zonas del planeta más visitadas precisamente por su espiritualidad –destino también elegido por montañeros para escalar el Everest o cualquiera de los otros soñados ochomiles que hay en Nepal– y sus enseñanzas al resto del mundo, hace falta más que fe para superar la catástrofe natural que se ha llevado miles de vidas, ha destruido joyas arquitectónicas y ha sepultado parte del rico patrimonio histórico. El terremoto del pasado sábado en Nepal ha sacudido al mundo entero. Y lo peor son los augurios que se han cumplido y que siguen alertando de que este terremoto de magnitud 7,8 quizá no fue lo suficientemente grande como para quebrar la tierra hasta la superficie y por ello, dicen, es probable que se esté acumulando más tensión y veamos más temblores de este tipo al oeste y el sur de esta falla en las próximas décadas. Buda nació en las faldas del Himalaya, con sus enseñanzas se creó el Budismo, cuyos valores humanistas y universalistas son hoy más necesarios que nunca. La cooperación no ha tardado en llegar, ojalá que la esperanza de los familiares y amigos de los fallecidos tampoco lo haga. Que los supervivientes puedan recuperar pronto su vida y, sobre todo, la ilusión de vivirla. Ojalá que ese ejemplo de la humanidad, amor, superación, compasión... nos haga reflexionar sobre nuestra actitud y nuestra suerte. Y que cada vez más ejemplos vivientes nos sigan alumbrando, ya que «todos tienen el potencial de lograr un cese del sufrimiento y experimentar ese despertar», que ojalá ayude a superar este dolor.