José María Marco

Mucho más que editor

Conocí y hasta colaboré en ocasiones con José Manuel Lara Hernández, un editor que fue capaz, con tenacidad y visión, de superar a muchos editores barceloneses de larga tradición. Su imperio, además, no se desmoronó, como les ocurrió a tantos. Supo forjar a su alrededor un grupo familiar que inicialmente pilotó, en parte, su hijo Fernando, fallecido en 1995. José Manuel Lara Bosch, que le sucedió, se planteó convertir la editorial Planeta, ya en buena relación con alguna francesa como Larousse, en una Hachette española. No en vano, el espíritu abierto y afrancesado de José Manuel, fue tal vez herencia de su formación inicial en el Liceo Francés. Pero los estudios de Económicas que emprendió a continuación le llevaron a convertirse en mucho más que un editor, aunque nunca olvidó su querencia por la tinta de las imprentas. En 1997, cuando pasó a ocupar el cargo de consejero delegado del grupo, Planeta era ya la primera referencia editorial española.

En 1982 había ya integrado la tradicional Seix-Barral. Intuyó que el papel de los nuevos editores –salvando las pequeñas empresas– había de ser el de aglutinador de diversos medios y no sólo editoriales o en forma de revistas. El grupo Atresmedia reúne hoy, entre otros, a Antena 3 TV, La Sexta, Onda Cero, Europa FM, LA RAZÓN o el grupo periodístico colombiano «El Tiempo», con su periódico líder. Planeta ha ido adquiriendo editoriales de referencia y ha sabido –y éste es su mayor mérito– respetar sus signos de identidad.

Como decía a menudo ya su padre los editores deben ir a la búsqueda del público. En este sentido, buena parte del catálogo, al margen del prestigioso premio, ha sido diseñado desde los equipos que colaboraron con él. Su hijo, otro José Manuel, cerró hace poco la adquisición de Tusquets. Sin embargo, su intuición empresarial, aunque nunca abandonó la idea de la empresa familiar (sus hijos Marta y José Manuel forman parte ya de la dirección) le llevó a abordar también otros ámbitos.

A la muerte de su hermano sustituyó a éste en la vicepresidencia del C.F. Español. El apellido Lara está unido a la suerte del segundo club deportivo barcelonés. Amigo personal de Josep Oliu, se convirtió en referente del Consejo de Administración del Banc de Sabadell, lo que no le impidió, por otra parte, mantener una buena amistad con Isidro Fainé, en «La Caixa». Pasó a convertirse en el sexto editor del mundo al adquirir el segundo grupo editorial francés, Editis, lo que le permite disponer en su catálogo de 15.000 autores y publicar 130 millones de libros. Sus éxitos en este ámbito le llevaron hasta otras zonas económicas. Fue, en su momento, un promotor en el mundo de la construcción e impulsor, entre otras actividades, de una compañía aeronáutica. Se caracterizó por su apertura ideológica y estuvo próximo al poder, como le había aconsejado su padre, ya fuera Aznar, Zapatero, Rajoy o Pujol. Ostentó también cargos representativos en el ámbito económico, desde la presidencia de la Empresa Familiar en 1997 hasta la del Círculo de Economía en 2005. Su lucha contra el cáncer que ha acabado con su vida no entorpeció sus dedicaciones. Asistió, ya desmejorado, al último Premio Planeta. Pero, tal vez, su mayor éxito fue el de saber captar y rodearse de eficientes colaboradores, un equipo forjado a su medida y capaz también de emprender y arriesgarse.

Deja tras de sí una trayectoria variada, porque su huella se mantendrá no sólo en el hoy problemático mundo del papel impreso, sino en los ámbitos de la economía, en los de la enseñanza y en los de los medios de todo signo. El hueco que deja José Manuel Lara Bosch no es tan sólo el de un empresario multifacético de éxito, también el de un continuador de una saga que tiene como eje el núcleo familiar. Tras su rostro, severo en ocasiones, y su envergadura física se escondía un esposo, un hermano, un padre sensible. Logró ser mucho más que un gran editor.