Angel del Río
Negra Navidad
Manuela Carmena ya tiene un nuevo colectivo para sumar a su nómina de damnificados en Navidad: los comerciantes de la calle de Lagasca, que han visto arruinada la campaña de ventas más importante del año por la ineficacia del Ayuntamiento en la gestión de un accidente que les ha dejado aislados. El derrumbe de un edificio en esta calle produjo una situación de riesgo e incertidumbre para los vecinos y comerciantes del inmueble. El Ayuntamiento no actuó de forma diligente ante esta situación y el edificio quedó abatido. El efecto simpatía produjo afectación a otros inmuebles, pero sobre todo, el aislamiento de numerosas familias y comerciantes.
La necesaria capacidad de repuesta municipal no se ha producido en tiempo y forma, y eso está perjudicando seriamente la economía de esos establecimientos ahogados dentro del área de protección. Entienden los comerciantes que ya no hay tiempo para revertir la situación, que no se puede recuperar el lucro cesante y que no han recibido ninguna respuesta convincente, ningún tipo de ayuda, por parte del Gobierno de Manuela Carmena. Por todo esto, los comerciantes de Lagasca están dispuesto a denunciar al Ayuntamiento y a exigir que se les compense por las grandes pérdidas que están sufriendo, sobre todo porque estamos en la época de año donde mayor volumen de ventas se produce.
Parece que una parte del comercio de Madrid va a tener una negra Navidad por culpa del Gobierno Carmena. Los comerciantes de la Gran Vía acusan ya importantes pérdidas por la decisión del Ayuntamiento de cerrar al tráfico privado esta columna vertebral de Madrid, y la situación va a recrudecerse este fin de semana, que quizá sea el más importante del año para las ventas. Ahora también, comerciantes de la calle de Lagasca culpan a la mala gestión municipal, no haber resuelto una situación lesiva para los intereses de sus negocios. El Gobierno del cambio se cobra nuevas víctimas.
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