César Lumbreras
Ni una sola cifra
Rajoy logró ayer la cuadratura del círculo. Cuando informó sobre los resultados de la Cumbre Europea que se celebró en Bruselas, y que estuvo dedicada a hablar de dinero, del presupuesto de la UE para el periodo 2014-20 y de números, no soltó ni una sola cifra. Estábamos los periodistas intentando acorralar al presidente del Gobierno y él, nada, a lo suyo. Hubo unas quince preguntas, otras tantas respuestas del inquilino de la Moncloa y ni una cantidad que llevarnos al papel. Los periodistas y miembros de las diferentes delegaciones nos hemos pasado dos días a vueltas con las cifras de la PAC, de la cohesión, sumando, restando, multiplicando, dividiendo, venga cuadros arriba y abajo para saber si ganábamos, perdíamos o empatábamos y, mientras tanto, Rajoy se fumaba un puro.
No quiero decir, ni mucho menos, que Rajoy no haya estado atento. Lo único que señalo, insisto, es que cuando el presidente del Gobierno ha hecho balance de una cumbre en la que lo esencial han sido los números, no ha soltado una sola cifra. ¡Genio y figura!
En la primera fila de la sala donde se celebró la conferencia de prensa, los más estrechos colaboradores de Rajoy, con Íñigo Méndez de Vigo, secretario de Estado para la UE, Álvaro Nadal, el topoderoso director de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno y Carmen Martínez de Castro, secretaria de Estado de Comunicación, a la cabeza, asistían embelesados a los pases de Rajoy al respetable, en este caso, los periodistas. Sólo faltó que al acabar rompiesen en una ovación al «niño de la Moncloa».
Dicho lo anterior, seguro que alguien se pregunta por qué no se llegó a un acuerdo sobre el Marco Financiero de la UE.
Pues fue por todo en general y por nada en particular.
Un grupo de países, que se llaman a sí mismos los «amigos de gastar mejor», quieren que se reduzca el presupuesto de la UE. Otros, como España y Francia, no admiten reducciones del dinero de la Política Agraria Común (PAC).
Los «amigos de la cohesión» exigen más «pasta» para esta política económica. Mientras tanto, los británicos, a lo suyo, con su cheque a vueltas e insistiendo en que hay que ahorrar, tanto en el número de funcionarios de la UE como en sus sueldos, que consideran disparatados para la que está cayendo... Vaya, estoy como Rajoy, una columna y ni un número.
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