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París

La Razón
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Los atentados terroristas de París son la demostración de algo que el Papa Francisco viene denunciando desde hace tiempo: estamos viviendo la tercera guerra mundial a trozos. Sí, ya no se trata del gesto alocado de un kamikaze o de una célula aislada sino de una verdadera estrategia dirigida por quien dispone de dinero,armas,alianzas y logística suficiente para sembrar el terror en todo el mundo.

La situación es tan grave que conviene simplificarla.Otra idea que el Papa viene repitiendo es que no existe justificación alguna para hechos tan graves como los recientes de la capital francesa.Por supuesto hay que descartar que las raíces de este conflicto sean religiosas. Invocan el nombre de Dios los que ponen bombas o disparan ráfagas de metralletas pero la suya es una perversión mental o el fruto de una grosera manipulación de la religión.

Dentro de unos días Bergoglio viajará a África para visitar Kenia, Uganda y la República Centroafricana. Los servicios secretos franceses han calificado este viaje como «de alto riesgo». El país africano, en efecto, se ve envuelto desde hace años en una escalada de guerra civil que ha causado ya millares de víctimas y en las últimas semanas la situación ha empeorado.

El problema es doble,subrayan esas fuentes. No se trata sólo de garantizar la incolumidad personal del Pontífice sino también de proteger a las multitudes que saldrán a su encuentro. Muchos de esos fieles llegarán a Banghi de los países limítrofes multiplicando así los riesgos de infiltraciones terroristas.

La respuesta vaticana a estas serias advertencias es que el viaje se mantiene y que el Papa permanecerá en Banghi los días 29 y 30 de noviembre. Quiere abrir la primera puerta santa del Jubileo de la Misericordia en la catedral de la capital centroafricana como signo «de la proximidad de toda la Iglesia a esta nación tan afligida y atormentada». Será difícil que cambie de idea.